'El efecto McGurk', según la psicología: cuando tus ojos engañan a tus oídos
Tus ojos pueden cambiar lo que oyes sin que te des cuenta. 'El efecto McGurk' demuestra que tu cerebro fusiona lo que ves y lo que oyes, y puede alterar por completo el sonido real solo por un movimiento de labios incongruente (Simply Psychology).

Mujer hablando
Esta ilusión auditiva no es voluntaria: el cerebro la genera automáticamente. No puedes evitarlo: incluso cuando sabes que te están engañando visualmente, sigues oyendo mal si hay conflicto entre imagen y sonido (faculty.ucr.edu).
Imagina esto: estás viendo un vídeo en el que una persona mueve los labios claramente diciendo “ga”, pero el audio que escuchas es “ba”.
Aunque sepas de antemano que el sonido real es “ba”, tu cerebro no puede evitar combinar lo que ve con lo que oye. El resultado: muchas personas no oyen ni “ga” ni “ba”, sino una tercera sílaba —por ejemplo, “da”. Esto ocurre incluso si te lo advierten antes del experimento.

Efecto McGurk
Aunque lo intentes racionalizar, seguirás percibiendo mal el sonido, porque tu sistema sensorial integra de forma automática e involuntaria la información visual y auditiva.
¿Qué es 'el efecto McGurk'?
'El efecto McGurk' es una ilusión perceptiva descubierta en 1976 por los psicólogos Harry McGurk y John MacDonald. Se produce cuando la información visual de una persona hablando no coincide con el sonido real que se emite. En ese caso, el cerebro funde ambas señales y crea una tercera percepción completamente distinta (Simply Psychology).
Por ejemplo:
Ves a alguien moviendo los labios como si dijera “fa”, pero el sonido real que se emite es “ba”. Aunque el audio es claro, muchas personas perciben una mezcla y oyen “va” en lugar de “fa” o “ba”.

Emitir sonidos
Esto ocurre porque el cerebro intenta reconciliar la discrepancia entre la señal visual (labios en posición de “f”) y la auditiva (“b”), generando una percepción intermedia como “v” o “va”. Este fenómeno ocurre de forma automática y no depende de tu voluntad ni de tu atención.
Cómo lo descubrieron

Niña hablando
McGurk y McDonald lo observaron por accidente mientras estudiaban el lenguaje infantil. Al editar un vídeo, se dieron cuenta de que cuando el sonido de una sílaba se combinaba con el movimiento de labios de otra, los niños percibían una tercera sílaba que no había sido ni dicha ni mostrada (ResearchGate).
Lo que parecía un error de grabación se convirtió en uno de los experimentos más citados en psicología de la percepción.
¿Por qué ocurre esta ilusión?

Cerebro
La explicación reside en cómo el cerebro integra los sentidos. Nuestro sistema perceptivo no procesa la información auditiva de forma aislada, sino que combina varios canales sensoriales para construir una experiencia coherente del entorno (Science Daily).
Factores que influyen:
- Dominancia visual: el cerebro tiende a dar prioridad a lo que ve frente a lo que oye.
- Integración multisensorial: la corteza cerebral busca coherencia entre los sentidos, incluso si eso implica alterar la realidad.
- Procesamiento automático: el efecto sucede incluso si sabes que se trata de una ilusión.
Este cruce sensorial es adaptativo en la vida cotidiana, pero en contextos específicos puede inducir errores de percepción.
¿Ocurre siempre?

Duda
No. El efecto McGurk no afecta a todas las personas por igual. Según un estudio publicado en PMC (PMC4091305), hay diferencias individuales importantes, por ejemplo:
- Personas con pérdida auditiva o problemas de visión suelen mostrar una menor susceptibilidad.

Hablar mandarín
- Algunas culturas y lenguas (como las tonales) muestran una menor intensidad del efecto. Este efecto McGurk se manifiesta con menor intensidad en hablantes de lenguas tonales, como el mandarín, el cantonés o el tailandés, debido a que en estas lenguas el tono (la entonación) es clave para distinguir palabras, y por tanto los oyentes prestan más atención al componente auditivo que al visual.
- Los niños y los adultos mayores presentan variaciones según su desarrollo cognitivo.

Niños jugando
Además, la intensidad de la ilusión depende de:
- La claridad del vídeo y del audio.
- El ángulo del rostro del hablante.
- La familiaridad con el idioma.
Qué revela sobre el cerebro humano

Cerebro
El efecto McGurk ha sido clave para entender cómo el cerebro interpreta la realidad, más que registrarla. No somos cámaras objetivas: lo que percibimos es el resultado de una integración multisensorial activa, que puede ser errónea (Big Think).
Esto tiene implicaciones prácticas:
- En educación: mejora la comprensión del lenguaje en niños con dificultades auditivas si se les ofrece apoyo visual.
- En neurociencia: ayuda a estudiar cómo el cerebro organiza la percepción, y cómo puede fallar en ciertos trastornos.
- En inteligencia artificial y robótica: inspira nuevos modelos de fusión sensorial para interpretar entornos complejos.
¿Y si cierras los ojos?

Cerrar los ojos
Curiosamente, si cierras los ojos durante el experimento, el efecto desaparece. En ese caso, solo percibes lo que oyes, sin la interferencia visual (Fiveable).Esto demuestra que la vista no es un simple complemento, sino un canal dominante que condiciona otras percepciones.
¿Tiene aplicaciones reales?

Autismo
Sí, el efecto McGurk no es solo una curiosidad de laboratorio. Tiene aplicaciones en:
- Diseño de interfaces audiovisuales: para que vídeos, anuncios o videojuegos no generen confusión entre imagen y sonido.
- Terapias de rehabilitación auditiva: aprovechando la lectura labial como apoyo.
- Investigación clínica: en autismo, esquizofrenia o afasias, donde la integración multisensorial puede alterarse.
- Además, se ha utilizado para diseñar mejores sistemas de reconocimiento de voz en condiciones ruidosas (Science Daily).
En conclusión, el efecto McGurk es mucho más que una ilusión divertida: es una ventana al modo en que el cerebro fusiona los sentidos para crear una experiencia coherente del mundo. Según la psicología, nos recuerda que lo que oímos depende tanto de nuestros oídos como de nuestros ojos.
Y si alguna vez creíste que alguien dijo algo distinto de lo que realmente pronunció… quizás no fue tu culpa, sino tu cerebro intentando hacer lo mejor que puede con señales contradictoria. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.
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