¡Hachís... ¡Salud!: La última aventura inédita de Mortadelo y Filemón sale del cajón tras once años

Francisco Ibáñez (1936-2023), el maestro del cómic español, falleció en plena actividad creativa, con las manos impregnadas de tinta y las viñetas de París 2024 sin concluir. Ese proyecto, compuesto por 20 páginas de guion mecanografiado y bocetos a lápiz donde Mortadelo y Filemón desatan el caos en la capital francesa durante los Juegos Olímpicos, se convirtió en un legado incompleto y un obsequio imprevisto que permitió explorar de cerca su método de trabajo: tejer chistes, concebir caídas espectaculares y plasmar el desorden característico de la saga.

Lanzado menos de un año tras su deceso, París 2024 se presentó como la misión final de los agentes de la T.I.A., el último Ibáñez auténtico. Desde entonces, solo recuerdos y reimpresiones. C'est fini. O casi. "Infinidad de lectores me habían preguntado: '¿No habéis encontrado otro álbum? ¿En algún armario, en un cajón?'. Todos seguíamos ávidos de leer una nueva aventura de Mortadelo y Filemón", relata Núria Ibáñez, hija del artista, en el prólogo de ¡Hachís... ¡Salud! (Bruguera). Este cómic desconocido, que permaneció más de diez años archivado en un cajón, se erige ahora como la aventura definitiva, el Ibáñez postrero. "Con el ritmo de publicación que llevaba, es prácticamente imposible que le diese tiempo a hacer nada más", confirma Jordi Canyissà, especialista y promotor de la edición anotada que estrena la serie Ibáñez Mítico. "Ibáñez es un clásico, así que hay que tratarlo como tal", enfatiza.

Disponible en librerías desde el 16 de octubre en español y catalán, ¡Hachís... ¡Salud! es una aventura extensa de 44 páginas, creada íntegramente por Ibáñez en 2014 y preparada para impresión, aunque permaneció inédita hasta ahora. A diferencia de París 2024, con viñetas a lápiz y sin rematar, esta entrega es una historia íntegra que invita a redescubrir el trazo y el ingenio característicos de la saga. La cubierta estaba coloreada, las guardas y la página de título ya maquetadas, e incluso la versión en catalán estaba completa. El volumen, con un diseño cercano al de la serie Magos del Humor, consta de 64 páginas que combinan la historieta inédita con complementos: hojas originales con diálogos mecanografiados por el autor, digitalizaciones de las planchas, una sobrecubierta con efectos metálicos y, sobre la encuadernación en cartoné, la portada original tal como la ideó Ibáñez.

El origen del aplazamiento: el impacto de 'El tesorero'

¿Qué ocurrió para que esta divertida sátira sobre el tráfico de drogas, las organizaciones criminales globales y las rutas de hachís terminara acumulando polvo? La responsabilidad recae en El tesorero (abril de 2015), donde Ibáñez caricaturizaba al ex tesorero del PP Luis Bárcenas. Su impacto fue tan grande, más de 10.000 copias vendidas solo en el primer día, que la editorial optó por capitalizar el momento político y alterar el orden: en vez de ¡Hachís... ¡Salud!, que debía ser el siguiente, salió ¡Elecciones!. "Ahora que se está hablando todo el día de las elecciones en todos los medios, si yo no tocara el tema la gente pensaría ¿Dónde está el autor? ¿de vacaciones en Nairobi?", bromeó el propio creador en la presentación de finales de 2015. Otro triunfo, con casi 50.000 unidades despachadas, y un nuevo aplazamiento al que se añadió el auge de la edición integral de 13, Rue del Percebe.

En esa etapa, con 80 años recién cumplidos, Ibáñez producía hasta tres álbumes anuales, pero el éxito de El tesorero y ¡Elecciones! pospuso entre tres y cuatro años la salida de otros trabajos como Por el Olimpo ese, Misterio en el Hipermercado y ¡Miseria, la Bacteria!. Ninguno, sin embargo, sufrió el destino de ¡Hachís... ¡Salud!, cuya existencia ignoraba hasta su propia familia. Fue la editorial la que informó de que aún quedaba un Mortadelo listo para imprenta. "Para mí fue como encontrar un valioso tesoro: se repetía la misma sensación que experimenté al ver las páginas inacabadas de París 2024 sobre su tablero de dibujo", confiesa Núria Ibáñez. Con ocasión del lanzamiento de París 2024, ella ya expresaba su deseo: "Si dentro de un cajón o armario aparece algo inédito, llegará al público". ¡Hachís... ¡Salud! materializa esa promesa.

La trama: Sátira actual con el sello Ibáñez

En la estela de tramas delirantes como L.S.D. o Un alijo algo canijo, ¡Hachís... ¡Salud! refleja la intención de Ibáñez de conectar con los eventos actuales y transformar a Mortadelo y Filemón en cronistas de su tiempo. "Los medios informan de actuaciones de la policía para decomisar partidas de estupefacientes y atrapar narcotraficantes, y algunos grupos políticos proponen, ya en 2013 y sin éxito, la despenalización del cultivo de cannabis", precisa Canyissà. La historia satiriza con gracejo la posible legalización de la marihuana, discusión vigente en la España de 2014 y que resuena hoy. Aunque aborda un asunto potencialmente espinoso, lo hace con la comicidad habitual de Ibáñez, que nunca tuvo inconveniente en tratar temas polémicos: la especulación inmobiliaria en El señor de los ladrillos (2005), las normas contra el tabaco en Prohibido fumar (2005), el botellón en La litrona... ¡Vaya mona!, la okupación ilegal en ¡Okupas!, el dopaje en El dopaje... ¡Qué potaje! o los escándalos políticos en El tesorero (2015), por mencionar algunos.

Mortadelo y Filemón son enviados a desmantelar organizaciones de narcotráfico. El Súper cuenta con datos sobre métodos extravagantes de los delincuentes, como el reparto mediante carritos de bebé falsos o instrumentos musicales. Junto a Ofelia, quien adquiere inesperadamente protagonismo, los agentes intentarán desbaratar la red criminal en una narración abundante en disfraces, golpes, apariciones estelares y tramas absurdas. "Lo que vemos es a Ibáñez haciendo todo lo posible por renovarse", sintetiza Canyissà. "A la vista del título, podría pensarse que tiene que ver con la temática del álbum, pero no", indica, refiriéndose al juego de palabras con el hachís.