¿Qué pretende Pedro Sánchez?
Está reconociendo su propia incapacidad electoral, ya que se coge de la mano de Franco para intentar rebañar los votos que pierde Sumar. Para eso mismo, respecto de Podemos, desenterró el cadáver

Unai Sordo, Sara Aagesen, María Jesús Montero, Pedro Sánchez, Francina Armengol, Yolanda Díaz, Pepe Álvarez, José Manuel Albares y Margarita Robles, durante el primer de los cien actos de la 'España en Libertad'.
“¿Qué es lo que pretende Pedro Sánchez con la conmemoración del “50 Aniversario de la muerte de Franco”? Creo, en primer lugar, que está reconociendo su propia incapacidad electoral, ya que se coge de la mano de Franco para intentar rebañar los votos que pierde Sumar. Para eso mismo, respecto de Podemos, desenterró el cadáver.
Al parecer, el líder del PSOE, se siente incapaz de ganar unas elecciones por sí mismo y se encomienda a Franco; también para intentar derrotar a la derecha, lo cual nunca ha conseguido. Tal vez Pedro Sánchez no deteste a Franco sino que lo adore por ello; y de ahí que lo tenga en su recuerdo constantemente.
¿Quién iba a decirle a las izquierdas españolas, y a los separatistas que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ampararía en Franco para poder ganar en las urnas? Todo apunta a que lo necesita.
Claro; ahora entiendo por qué habla de “conmemorar” y no de “celebrar” el “50 aniversario de la muerte de Franco”. El sentido semántico de “conmemorar”, según el Diccionario de la RAE, es: “Recordar solemnemente algo o a alguien”. Dicho sea en Román Paladino, homenajear. También son sinónimos de “conmemorar” evocar y solemnizar, entre otros. Mientras que “celebrar”, según la cuarta acepción significa: “Mostrar o sentir alegría o agrado por algo”.
Estas definiciones de la RAE vienen a confirmar que, Sánchez, por el verbo que utiliza en el eslogan, no pretende “celebrar” aquello de: “por fin Franco murió”, sino que lo que hace es todo lo contrario, en este caso “homenajea su memoria”. A mayor abundamiento, no sólo es que incesantemente lo mantiene en su memoria, sino que, además, lo nombra constantemente.
Con toda sinceridad, yo no creo que haya nadie en España que recuerde tanto a Franco como lo hace Pedro Sánchez; ni tampoco que lo refiera más veces que él. Lo curioso es que, aún faltan once meses para el aniversario de la muerte de Franco y el Señor Sánchez ya ha iniciado su “conmemoración“. Tal vez pretenda que nos unamos a él en el perenne recuerdo y homenaje que le dedica,
Igual en su fuero interno lo que conmemora es que la izquierda no pudo acabar con Franco y que murió de viejo, enfermo y en la cama. Todo es posible cuando se trata de este enigmático personaje.
Podría ser, porque, francamente, no creo que todo ello sea motivo para que las izquierdas lo celebren echando cohetes; mucho menos para que se sientan orgullosos de lo que nunca consiguieron.
Pero eso sí, el señor Sánchez, nos está recordando a todos los españoles que nadie pudo con Franco. Cuarenta años después murió en la cama porque no hubo quien le derrocase.
Por otro lado, el eslogan al que nos hemos referido y que están utilizando algunos ministros y cargos públicos del PSOE, al igual que su líder, induce a confusión ya que suelen alternarlo con ese otro de “50 años de Democracia”.
Y yo me pregunto ¿acaso estarán celebrando ya el “50 Aniversario de la Democracia” cuando aún faltan casi cuatro años para que se cumpla?
Los “50 años de Democracia” no se cumplen todavía. Al parecer alguien confunde la muerte de Franco, ocurrida en 1975, con el inicio de nuestro Estado de Derecho que fue mucho después. Si así lo considera se equivocando, una vez más, porque no fue así.
Conviene recordar que la Democracia no se alcanzó en 1975; es cierto que murió Franco el 20 de noviembre de 1975 pero es totalmente falso que, con ello, se accediese a la Democracia. A la muerte de Franco todo seguía igual que antes.
Recuerdo que, en aquel momento había un Presidente del Gobierno de nombre Carlos Arias Navarro; que seguían existiendo la Cortes orgánicas o franquistas; no había libertad política, ni tampoco sindical; ni tan siquiera derecho de reunión.
En resumen, no teníamos Democracia señor Sánchez; también funcionaba el Consejo Nacional del Movimiento, máxima institución política que tenía como misión la observancia de los Principios Generales del Movimiento y el cumplimiento de las Leyes Fundamentales del Reino. Este órgano supremo no fue disuelto hasta junio de 1977.
La Ley 1/1977, del 4 de enero, Para la Reforma Política, nos situó a los españoles a las puertas de la Democracia, pero no fue su consecución; había que seguir avanzando hasta lograrla de forma efectiva.
Por cierto esta importante y trascendental ley fue aprobada por las Cortes franquistas -que se hicieron el harakiri- en noviembre de 1976 por amplísima mayoría; y refrendada, el miércoles 15 de diciembre de dicho año, por el pueblo español, en Referéndum específico con un resultado abrumador.
No obstante, su aprobación sí que es un hecho digno de conmemorar al igual que lo es el 6 de diciembre de 1978, Día de la Constitución que, acertadamente año tras año consideramos festivo porque ese sí, ese día es el aniversario de nuestra Democracia.
Si lo que desea es conmemorar el “50 Aniversario de la Democracia”, señor Sánchez, deberá esperar a que lleguemos al año 2028 que es cuando se cumplirán sus cinco décadas y, desde luego, procurar que nadie nos la arrebate
Efectivamente, fue con la promulgación de la Constitución de 1978, que desarrolló la inherente Ley Para la Reforma Política, cuando se logró la Democracia en España.
Con su entrada en vigor quedaron derogadas las estructuras del antiguo Régimen, así como las Leyes Fundamentales del Reino y, por fin “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político “. (Artículo primero CE de 1978).
Esa fue la auténtica y única fecha de acceso a la Democracia, señor Sánchez, no la que usted dice que va a conmemorar. La promulgación de la Constitución de 1978 marca la entrada de la Democracia en España, y sí es para celebrarlo solemnemente.
Por tanto, si lo que desea es conmemorar el “50 Aniversario de la Democracia”, señor Sánchez, deberá esperar a que lleguemos al año 2028 que es cuando se cumplirán sus cinco décadas y, desde luego, procurar mientras tanto, y en todo momento, que nadie nos la arrebate.
Todo ello sin perjuicio de que, por ser consustancial, sigamos celebrando cada 6 de diciembre el Día de la Constitución; la de 1978, la nuestra, que, a pesar de sus detractores, sigue estando viva y es de pleno cumplimiento.
Ahora bien, si lo que desea Pedro Sánchez es correr un tupido velo para intentar desviar la atención de los españoles y ocultar los casos de presunta corrupción que tanto le agobian, de algunos de sus familiares más allegados, y de unos cuantos miembros de su Gobierno y de su partido, puede hacerlo cuando quiera y como guste, ese es su problema; pero, por favor, no lo haga a costa de enfrentar a los españoles con su discurso guerra civilista y reabriendo viejas heridas, cicatrizadas ya afortunadamente.
Pero no puedo pasar por alto mi enorme preocupación al ver que este PSOE de ahora, el del señor Sánchez, y antes de su admirado y “maestro” señor Rodríguez Zapatero, se parece cada vez más, lamentablemente, a aquel PSOE de la etapa de 1934 a 1936, así como él mismo a sus líderes Largo Caballero e Indalecio Prieto de tan triste recuerdo.