El Papa León XIV visitó Orihuela en 2004

Robert Prevost estuvo en Orihuela en octubre del año 2004, cuando era prior general de la Orden de los Agustinos. Visitó el Monasterio de San Sebastián con cuyas religiosas departió durante varias horas. Al cabo de veinte años todavía permanece en la comunidad de Agustinas (las popularmente conocidas como Monjas del Chorro, en la Plaza de San Sebastián) el recuerdo del recién elegido Papa León XIV. El actual Papa también visitó el Archivo y el Museo de Arte Sacro, en su anterior ubicación en la Catedral, donde se interesó por la reliquia de Santo Tomás de Villanueva.

La hermana María Dolores, natural de Benicarló, que lleva veinticuatro años en el convento oriolano, revivía ayer aquel encuentro con el entonces prior general de la Orden. “Fue muy fácil la conexión porque hablaba nuestro mismo idioma (en otras ocasiones no es así). Pasó unas horas con nosotras y le vimos como una persona muy sencilla y despierta, interesándose por todo lo que nos afectaba. Llegó acompañado de unos agustinos de Alicante”.

Para las hermanas agustinas de Orihuela fue una auténtica sorpresa la elección: “Aunque algunos medios de comunicación habían hablado de él, nosotras lo veíamos difícil porque llevaba poco tiempo como cardenal”. La hermana nos transmite su enorme satisfacción por tener un miembro de la Orden al frente de la Iglesia católica, cree que continuará en la línea de Francisco aunque con su personalidad y estilo propio y añade que “ahora lo importante es rezar por él para que acierte porque tiene por delante una inmensa tarea”. Al preguntarle si hoy harán algo especial en la comunidad de Agustinas de Orihuela insiste en que lo primero será rezar mucho por sus intenciones y, con cierta sonrisa picarona, reconoce que habrá comida especial. En el momento de hablar con ella todavía no tenían decidido el menú “pero seguro que habrá un poco de sidra y algo de tarta porque la ocasión lo merece”, concluye. Actualmente, en el Monasterio de San Sebastián residen seis religiosas, tres españolas y tres keniatas. “Pedimos a los creyentes que recen porque surjan más vocaciones”, manifiesta esperanzada la hermana María Dolores.

Continuidad con el legado de Francisco

Por otra parte, otra religiosa del oriolano Monasterio de San Sebastián, la hermana Beth, que llegó a Orihuela en 2007 procedente de Kenia, tuvo ocasión de hablar con el actual Papa cuando se desplazó a Madrid en 2011 con motivo de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. Fue en El Escorial, en el Real Colegio María Cristina de los Agustinos: “En la cena, nuestro Prior general, apareció sirviendo la comida a cuantos estábamos allí, como si fuera uno más, hasta que nos dimos cuenta de que era nuestro general. Luego conversamos con él amigablemente”. Continúa diciéndonos que para ella, en aquel momento, “se confirmó el carisma de nuestra Orden, donde somos iguales, no tenemos un superior general sino un prior, el primero entre hermanos”.

La impresión de la hermana Beth sobre el nuevo Papa es de “persona amable, cercana, sencilla, servicial, humilde” y no tiene duda de que “será un gran Papa”. Para la comunidad agustina ha sido “una sorpresa grande, no lo esperábamos porque era poco conocido. Pero nos parece que esta elección ha sido lo mejor para la Iglesia”.

También tuvieron la oportunidad de estar con el hoy Papa León XIV cuando era prior general de la Orden Agustina dos monjas dominicas del Convento de la Trinidad de Orihuela que acudieron a la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, al igual que otras jóvenes religiosas, y también lo saludaron durante la cena en el refectorio de los Agustinos en El Escorial. Se trata de las hermanas María Luisa (argentina) y Begoña (de la localidad alicantina de Redován). Guardan del nuevo Papa una imagen de “proximidad y cercanía” y consideran que su preparación como formador y misionero le será muy útil a León XIV en esta etapa que inicia ahora al frente de la Iglesia Católica.