Diez años de la Tertulia Mesa y Mantel

La Tertulia Mesa y Mantel, que fundé en 2015 y he tenido el honor de presidir durante estos diez años, celebró este aniversario el pasado lunes un acto solemne en la Universidad de Alicante. Al acto acudieron numerosos ponentes de los casi sesenta que a lo largo de estos años nos han acompañado, así como las contertulias que lo forman, y otros muchos otros invitados. Y, al término del evento, que tuvo lugar en el salón de actos del edificio Germán Bernácer, se nombró a la rectora de la UA, Amparo Navarro, contertulia de honor. Fue un acto muy sentido, en el que se destacó por las participantes el impacto que ha tenido en sus vidas la Tertulia, que ha sido un lugar de encuentro, en el que se han tejido amistades, relaciones profesionales, y del que han nacido a su vez otros grupos de crecimiento personal o de mera camaradería.

No tengo palabras para expresar tantos buenos momentos como nos ha aportado la Tertulia a lo largo de los años. Gracias a los ponentes que nos han acompañado, pues hemos aprendido de ellos y hemos crecido como personas. También es cierto que, cuando lo ideé, no era consciente de lo que supondría para muchas de nosotras poder pertenecer a un grupo de mujeres tan variopinto, así como la sororidad que se desplegaría por el mero hecho de pertenecer a la Tertulia. Les cuento, como anécdota -han pasado miles de situaciones a lo largo de estos años, tantas que no se las podría relatar en un artículo- que cuando Amparo Navarro quería ser rectora vino como invitada a la Tertulia y le manifestamos nuestro apoyo incondicional. Dábamos por hecho su valía y confiábamos, como así ocurrió, en que llegaría a Rectorado, como así ocurrió, porque la nombraron en la convulsa época de la pandemia como la primera rectora de la Universidad de Alicante.

Cito solo a algunos de los ponentes que nos acompañaron a lo largo de estos diez años: los catedráticos jubilados Manuel Desantes y Andrés Pedreño; la catedrática de Turismo Raquel Huete; la científica Nuria Oliver; la decana del Colegio de Procuradores Pilar Fuentes; el ex general del MOE Francisco García-Almenta; los escritores Ana Lena Rivera, Javier Moro Marisa Ayesta y Gervasio Posadas; los empresarios Pepe Antón, Gema Martínez, Laura Rodríguez, Aurelio Fernández y Malena Vidal; los abogados Iván Sempere y Gracia Morena; los periodistas Juan Ramón Gil, Carlos Arcaya, Olga Avellán -q.e.p.d.-, Rosalía Mayor y Ana Poquet, que es hoy concejala de Turismo del Ayuntamiento de Alicante; el entonces político y actor Toni Cantó; el exalcalde de Callosa de Segura Fran Maciá; la soprano Jovita Gómez Couto; la diseñadora y coleccionista de arte Sara Navarro, y un largo etcétera. Como podrán suponer a la vista de los ponentes, los temas han sido de lo más variados, pues la Tertulia es un lugar de encuentro para mujeres con inquietudes y ganas de saber más y superarse.

Durante el evento homenajeamos a Olga Avellán, una mujer con una energía y una simpatía indescriptibles, que nos dejó demasiado pronto. Olga había escrito un precioso libro, “Mi mamá no tiene pelo”, con el que trató de explicar a sus hijos su enfermedad, que desgraciadamente no pudo superar. Su diploma lo recogió su viudo, el periodista Andrés Maestre, lo que nos trajo el momento más emotivo de la velada.

Quiero expresar la enorme gratitud y lo honrada que me siento de haber podido dirigir esta tertulia femenina a lo largo de estos años, con la ayuda de varias de mis compañeras de fatigas, integrantes a su vez del grupo de trabajo -Rosalía Mayor, Marisa Ayesta, Isabel Menaches, Ruth Martínez y Amelia Fernández-, que han sido un puntal indispensable para poder traer la Tertulia hasta nuestros días. Como dice el proverbio, “si quieres ir lejos, ve acompañado”, y en este caso la compañía ha sido inmejorable, pues las integrantes del grupo de trabajo son todas personas extraordinarias, excelentes amigas y muy generosas.

Como dije en el discurso que pronuncié durante el acto, el camino hasta llegar a hoy no ha sido fácil, pero considero que el saldo resultante es más que positivo. Me gustaría, en este sentido, destacar algunos comentarios de mis contertulias: muchas han confesado que han encontrado a grandes amigas en la Tertulia; otras han reconocido que pertenecer a la Tertulia ha sido un aliciente para ellas en los peores momentos. Creo que todas hemos sentido el apoyo de nuestras contertulias en situaciones difíciles, que se han ido presentando a lo largo de este tiempo compartido. Y es que en estos diez años la vida ha ido pasando y se nos han presentado situaciones de lo más variopintas. Juntas hemos vivido cambios de trabajo, nombramientos para cargos relevantes de varias contertulias, presentaciones de libros propios y ajenos, cenas de hermandad y hasta algún retiro de fin de semana. Y también enfermedades, fallecimientos y divorcios. Y es que diez años son muchos años y han dado de sí bastante. Las mujeres profesionales a veces no encontramos momentos para nosotras, entre el trabajo, la familia y la llevanza del hogar. En este sentido, la Tertulia ha sido un espacio aparte, alejado de nuestras obligaciones diarias. Un oasis para disfrutar juntas de momentos únicos, entretenidos, emotivos y vibrantes.

Gracias de todo corazón, queridas contertulias, por haber hecho posible que aquella idea loca, a la par que feliz, que tuve hace una década se convirtiera en una realidad consolidada y con buenas perspectivas de futuro. Después de estos diez años me despido llena de emoción de la presidencia de la Tertulia, en la seguridad de que vendrán muchos más momentos memorables que compartiremos juntas, así como muchas más experiencias, que nos llenarán y nos enseñarán a ser mejores personas, y que contribuirán a seguir tejiendo esa red de apoyo mutuo en que se ha convertido la Tertulia Mesa y Mantel.