¿Cuándo volverá la normalidad tras la dana? Pampols reconoce que la recuperación "se dilata"

Más de dos meses después de que la riada del 29-O devastara las calles, casas y comercios de los municipios afectados la estampa en la zona cero sigue siendo de postguerra. Aún lejos de la normalidad el teniente general encargado de la reconstrucción, Francisco José Gan Pampols, ha ofrecido un pronóstico del futuro que lamentablemente no es demasiado optimista.

El también vicepresidente ha confiado en poder comenzar la que denomina "la desescalada de la emergencia" la próxima semana "si no ocurre nada anómalo". Esto quiere decir que se dejará de estar en el nivel 2 de emergencia -en el que ha estado desde el principio y hasta ahora- para pasar al nivel 1 en función de los datos de distintos valores como la seguridad, el acceso a los servicios básicos, la educación o la sanidad. Según Pampols, la desescalada se producirá "progresivamente, no en todos los sitios a la vez". Al respecto, ha confiado en que los avances en este proceso "no durará mucho". Eso sí, ha garantizado que "en ningún caso" conlleva la retirada de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de las zonas afectadas, que podrá seguir desplegada "mientras tenga tareas propias". Pero sí se retiraría el Ejército. "¿Hace falta todo el Ejército para los 44 garajes pendientes? No. Se puede quedar una parte de las empresas contratadas por la Diputación y los elementos especializados de la UME que pueden realizar la misma tarea", ha explicado. 

¿Y cuándo llega la normalidad?

Aunque las calles y garajes estén limpios de barro y los vecinos tengan garantizados los suministros básicos, la normalidad es otra cosa. La normalidad es que la calle comercial esté llena de tiendas y no de bajos en ruinas. La normalidad es poder tomar café en el bar de la esquina. La normalidad es no tener la planta baja de la vivienda inhabitable por los daños y humedades. La normalidad es que la calle no esté erosionada ni presente socavones. La normalidad es que la luz vuelva y las farolas arrancadas de cuajo alumbren como antes. La normalidad no es atravesar el pueblo por un puente militar con estructura de hierro. Esto iría para largo. 

El vicepresidente ha pedido "paciencia", que es precisamente "lo único que no tienen las personas que están sufriendo esta situación", porque, según ha advertido, estos planes "no tienen una plasmación inmediata sobre el terreno". "No esperen milagros porque en esto no existen. No se ven aparecer de la noche a la mañana edificaciones ni nuevos tendidos ni elementos de retención o de control de avenidas, ni aparece de la nada una nueva fábrica", ha advertido. "Cada vez vamos viendo que el proceso de recuperación se dilata en el tiempo", ha admitido Pampols.

'El plan'

En este marco, el Consell ha aprobado el decreto que fija los términos de referencia para la elaboración, impulso, seguimiento y control del Plan de Recuperación Económico-Social destinado a mitigar los daños provocados por la dana. Se trata de una planificación de tres fases: diagnóstico, planificación e implementación y seguimiento.

En cuanto a las fases, en la primera (diagnóstico), se realizará un análisis de los daños, así como de las medidas ya ejecutadas por las consellerias y otras administraciones y entidades públicas durante el periodo de emergencia. "Puede parecer que esto está cerrado, pero no es así (...), cada vez vamos viendo que el proceso de recuperación se dilata en el tiempo", ha admitido Pampols.

También se llevarán a cabo entrevistas con actores clave de los sectores público, privado y comunitario, se revisarán experiencias de recuperación en contextos similares, se redactará un documento de lecciones aprendidas, se identificarán las necesidades de infraestructura, económicas y sociales y se evaluarán de forma detallada los daños, perdidas y costes para la recuperación del territorio.

En la segunda fase (planificación) se definirán las líneas estratégicas y acciones concretas en la postemergencia, se establecerán las acciones prioritarias y sus responsables y se establecerán los presupuestos y las fuentes de financiación. También se contará con la participación activa de administraciones, entidades públicas, asociaciones y otros entes. "Es la más importante, porque hasta ahora han sido solo palabras", ha incidido.

Finalmente, en la tercera (implementación, control, seguimiento y evaluación) se realizará un seguimiento de la ejecución de las medidas de reconstrucción y reactivación económica y se coordinarán las actividades entre las consellerias, las administraciones locales y otros actores. También se desarrollarán indicadores clave de desempeño, se llevará a cabo una monitorización y evaluación periódica de los ajustes y modificaciones necesarias y se publicarán los resultados de cumplimiento y otros hitos relacionados con el plan.

El decreto también contempla la creación de Comités Técnicos Sectoriales conformados por representantes de cada conselleria o entidad pública que se reunirán con carácter mensual y que llevarán a cabo reuniones periódicas entre la Secretaría Autonómica para la Recuperación y los centros directivos responsables de la ejecución de las medidas previstas en el plan con el objetivo de "alinear objetivos, resolver conflictos y compartir avances", según el Consell.