El Getafe saca una sonrisa a Madrid y Barça al empatar con el Atlético

El Getafe sigue sin saber lo que es marcar un gol al Atlético de Simeone, pero le acaba de hacer perder dos puntos que pueden ser trascendentales en la lucha por el campeonato. El líder de la Liga fue incapaz de marcar, pese a jugar los últimos 20 minutos con un jugador más por expulsión de Nyon. 

Salió Simeone al campo del Getafe con, prácticamente, el once titular, sin preocuparse demasiado porque el próximo miércoles se juegue su futuro europeo en Londres ante el Chelsea. Si acaso, Lemar, que salió en la segunda parte. En su lugar apareció Saúl, que almacenó otros 45 minutos inútiles a dos temporadas para olvidar. 

El Atleti salió espectacular, con tres corners consecutivos antes de que el partido llegara a los dos minutos y con un dominio avasallador sobre un Getafe completamente inofensivo. Se tradujo, incluso, en una buenísima ocasión de Carrasco, que Soria, brillante toda la noche, desvió a saque de esquina. 

Sin embargo, ese juego a ratos brillante no duró más de 20 minutos y, si el Real Madrid había aburrido a las cabras antes de vencer al Elche en el descuento, el Atlético hizo lo mismo, si acaso cambiando al animal en cuestión. Ese primer periodo fue, entre constantes faltas e interrupciones por parte de los dos equipos, un monumento al fútbol prehistórico. 

Simeone cambió en el descanso y Joao Félix apareció por el túnel de vestuarios para entrar por Saúl. El Atleti no mejoró, incluso empeoró, ya que el Getafe se plantó en dos o tres ocasiones consecutivas en el área rojiblanca debido a groseros errores de los defensas rojiblancos. 

El Atleti insistió en los cambios y el técnico argentino sacó de golpe a Dembelé, Lemar y Lodi, por Correa, Carrasco y Hermoso. Ahí sí que lo notó el líder, que vio cómo un gol de Joao Félix era anulado con todas las de la ley ya que el centro previo de Llorente se había escapado por la línea de fondo. 

La jugada clave del encuentro ocurrió en el minuto 70 cuando Nyon fue expulsado, VAR mediante, por plantarle los tacos en los gemelos a Lodi. Fue sin querer, pero el árbitro le expulsó, de manera justa, por una acción radicalmente temeraria. 

Y ahí, con un uno más, empezaron a llegar las ocasiones para el Atlético. Soria brilló en un golpeo mordido de Dembelé y el palo escupió una maravilla de Luis Suarez que ya había superado al portero azulón. El acoso se convirtió en lógico asedio y el último fichaje del Atleti, que estuvo muy activo, en la media hora que jugó, estuvo a punto de marcar, pero su cabezazo se marchó a un palmo del palo izquierdo de Soria.