ELECCIONES EN EL FÚTBOL
La Federación, en entredicho: el PSOE veta a un amigo de Feijóo y el PP no quiere meterse en líos
La inmensa mayoría del balompié nacional apoya a Rafael Louzán, presidente de la Federación Gallega y amigo del líder "popular", pese a tener una inhabilitación para ejercer cargo público.
El presidente Real Federación Gallega de Fútbol, Rafael Louzán, en una imagen de archivo.
La Real Federación Española de Fútbol no levanta cabeza desde que Luis Rubiales se viera obligado a dimitir después de sus problemas judiciales a raíz de su polémico comportamiento tras la final del Mundial femenino de fútbol en agosto del pasado año. Con exlateral del Levante fuera del cargo parecía que se acababa el problema, pero su sucesor en el cargo, el extremeño Pedro Rocha, también fue inhabilitado después de estar en el palco durante la reciente conquista de la Eurocopa por parte de la selección española dirigida por Luis de la Fuente desde el banquillo.
La FIFA presiona al fútbol español para que estabilice su situación a nivel de mandatarios, sobre todo teniendo en cuenta que España organizará, junto a Marruecos y Portugal el Mundial de 2030. El organismo que lidera el fútbol internacional ya ha amenazado a nuestro país de posibles consecuencias en el caso de que la RFEF no encuentre estabilidad.
Y esta parece que no está cercana de conseguirse porque las elecciones del próximo día 16 de diciembre han nacido ya envueltas en la polémica. Este martes es el último día para que se presenten candidatos y, por ahora, el único que ha conseguido avales suficientes, en un número aproximado al centenar, es Rafael Louzán, vicepresidente de la RFEF y presidente de la Federación Gallega desde 2014.
Louzán, miembro del PP y amigo de Núñez Feijóo
Louzán es funcionario de la Administración Local y, como miembro del Partido Popular, ha ocupado diferentes cargos políticos; entre otros, presidente del PP de Pontevedra y presidente de la Diputación de aquella provincia entre 2003 y 2015. Amigo de Alberto Núñez Feijóo, el PSOE está maniobrando para que no pueda optar a la presidencia, pese a contar con el apoyo casi unánime de las federaciones territoriales, que son, en realidad, las que deciden el nombre del presidente de la Federación.
Claro que, en este caso, el Gobierno socialista tiene una buena arma para impedir este nombramiento, ya que Louzán tiene una inhabilitación para ejercer un cargo público hasta 2029, tras una sentencia del Juzgado de lo Penal nº 3 de Pontevedra que está recurrida. En este recurso ante instancias superiores confía Louzán para ser proclamado presidente de la RFEF tras las elecciones del próximo 16 de diciembre, aunque ya se está maquinando una candidatura alternativa con el líder del fútbol extremeño, Sergio Merchán, que estaría "limpio" para ser elegido, aunque con Louzán en la retaguardia.