Pogacar conquista su cuarto Tour y se afianza como leyenda del ciclismo mundial
Tadej Pogacar ha vuelto a hacer historia en el ciclismo mundial al conquistar su cuarto Tour de Francia a los 26 años, consolidándose como una de las figuras más dominantes de la última década. Con una mezcla de talento, valentía y ambición sin límites, el esloveno no solo ha ganado la carrera más prestigiosa del calendario, sino que ha confirmado su estatus de leyenda viva en un deporte que no deja espacio para la complacencia.
Pogacar gana su cuarto Tour de Francia consecutivo
A sus 26 años, el esloveno Tadej Pogacar ha entrado en el olimpo del ciclismo tras conquistar su cuarto Tour de Francia. Con esta victoria, el joven prodigio suma un palmarés que ya le sitúa entre los más grandes de la historia. Su dominio en la montaña, su fuerza en la contrarreloj y su capacidad para reinventarse lo convierten en un corredor total que aún tiene margen de mejora.
El niño que quería ser leyenda
Tadej Pogacar (Komenda, Eslovenia, 1998) no ha dejado de sorprender al mundo desde que irrumpió en la élite ciclista con su tercera posición en la Vuelta a España de 2019, cuando aún era un desconocido fuera del circuito profesional. Solo un año después, en 2020, se convirtió en el campeón más joven del Tour desde 1904, arrebatándole la victoria en la última contrarreloj a su compatriota Primoz Roglic. Lo que parecía una hazaña aislada era, en realidad, el inicio de una era.
En este 2025, Pogacar ha logrado su cuarto maillot amarillo en los Campos Elíseos de París, igualando a mitos como Louison Bobet y Miguel Indurain en número de Tours ganados de forma consecutiva. Y lo ha hecho con un estilo propio, ofensivo, sin especulación, conquistando etapas, atacando de lejos y sin esconderse detrás de su potente equipo, el UAE Team Emirates.
Un Tour sin fisuras
El Tour de 2025 ha sido, posiblemente, el más sólido de Pogacar. Ganó la etapa reina en los Alpes, se impuso en la contrarreloj de Lyon y resistió los ataques del danés Jonas Vingegaard y del español Carlos Rodríguez en los Pirineos con una autoridad que recordó a los mejores días de Merckx o Hinault. No solo se llevó el maillot amarillo: también conquistó la clasificación de la montaña y el premio al supercombativo, como ya hiciera en 2021.
Con esta victoria, Pogacar ha acumulado ya 13 etapas ganadas en el Tour a lo largo de su carrera y ha liderado la general durante más de 40 días, cifras que no hacen sino subrayar su dominio en la Grande Boucle.
Un palmarés de otra época
Más allá de sus cuatro Tours de Francia (2020, 2021, 2024 y 2025), el palmarés de Tadej Pogacar impresiona por su amplitud y diversidad. A día de hoy, suma dos monumentos como la Lieja-Bastoña-Lieja (2021 y 2024), dos Tours de Flandes (2023 y 2025), una victoria en Lombardía (2021) y un podio en la París-Roubaix, que se le resiste como único gran reto pendiente.
Además, ha ganado tres veces la Tirreno-Adriático, dos veces la Vuelta a Andalucía, el Tour de Eslovenia en múltiples ocasiones y ha firmado top 5 en la Vuelta a España y el Giro de Italia, aunque aún no ha ganado ninguna de las otras dos grandes vueltas. Todo apunta a que su ambición le llevará a buscar el triplete, un hito solo al alcance de leyendas como Merckx, Hinault y Contador.
Una máquina de generar espectáculo... y cifras
La figura de Pogacar trasciende lo deportivo. En un ciclismo cada vez más global, el esloveno se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles del pelotón internacional. Según estimaciones de su equipo, el impacto publicitario de sus victorias ha generado retornos superiores a los 120 millones de euros en patrocinio para el UAE Team Emirates desde 2020. Además, su contrato —renovado hasta 2028— le convierte en el ciclista mejor pagado del mundo, con un salario estimado en torno a los 6 millones de euros anuales, sin contar primas por victorias o acuerdos personales con marcas como Colnago, DMT o Enervit.
En redes sociales, su influencia crece a ritmo de sus ataques en los puertos: más de 2 millones de seguidores en Instagram, colaboraciones virales con otros atletas y una imagen pública cuidada, humilde y cercana. Pogacar ha sabido conectar con las nuevas generaciones sin dejar de ser un competidor feroz sobre la bici.
¿Hacia el quinto Tour… o hacia el Olimpo?
Con solo 26 años, Pogacar tiene todavía margen para agrandar su leyenda. La pregunta ya no es si podrá ganar otro Tour, sino cuántos más puede sumar. Si mantiene su nivel actual, podría aspirar a superar los cinco Tours de Indurain, Anquetil, Merckx y Hinault. De hacerlo, entraría en el selecto club de los más grandes de todos los tiempos, quizás incluso como el número uno absoluto.
También se especula con que podría intentar el doblete Giro-Tour en 2026, un desafío que no se logra desde Pantani en 1998. Pogacar ha dejado claro que no le teme a los desafíos, y que su ambición es la gasolina que lo impulsa más allá de lo posible.
El ciclismo tiene dueño
La era de Pogacar está en plena ebullición. Su cuarto Tour es una confirmación, no una sorpresa. Cada ataque, cada victoria, cada gesto suyo deja huella en un pelotón cada vez más acostumbrado a correr a su ritmo. Tadej no solo gana: transforma la carrera, obliga a sus rivales a superarse, revaloriza cada triunfo. Es un campeón del presente… y, muy probablemente, del futuro.
Si el ciclismo tiene un rey, se llama Tadej Pogacar. Y todavía no ha escrito su capítulo final