| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Santiago Cañizares, durante un acto a comienzos del pasado año.
Santiago Cañizares, durante un acto a comienzos del pasado año.

Cañizares, un apellido lleno de anécdotas en el Real Madrid

Lucas Cañizares, el joven portero de la cantera del Real Madrid, fue entrevistado por su padre, Santi Cañizares, exguardameta, ahora metido en los medios de comunicación.

| Álvaro G. Deportes

Ser canterano de un equipo de fútbol profesional no es precisamente una maldición, aunque tampoco es el sueño perfecto de todo niño como muchos piensan. Si ese equipo es el Real Madrid, las cosas toman una dimensión mayor y muchas veces, los pequeños esconden cosas que nadie sabe.

Lucas Cañizares puede dar fe de esto y de hecho, pasó por la cámara de su padre, Santiago Cañizares, ex portero del Real Madrid y Valencia, además de la selección española, que ahora se dedica a un papel mucho más mediático en el que, a través de su canal de Youtube, entrevista a distintos futbolistas. Esta vez el turno fue de su propio hijo.


Entre las revelaciones de Lucas, el hecho de haberse incorporado al club blanco con tan solo 12 años y estar en una ciudad como Madrid no es tan complicado como sí lo fue a esa edad entrar en la ciudad deportiva del club, en la que no falta nada de lo cotidiano pero sí la familia, que al final termina pesando más que cualquier otra carencia.

«Es duro porque terminas teniendo hermanos en medio de este proceso de crecimiento y los quieres mucho, pero siempre faltará la familia, que es lo más duro de todo esto. Es allí cuando realmente te das cuenta de que eres un chico joven». Palabras duras de un jugador que sigue siendo muy joven, pero que ya atesora años dentro del mundo del fútbol.

Pero la revelación más curiosa viene precisamente del momento en el que tal vez debería sentir alivio: el once titular. Para Lucas está claro que estar bajo los tres palos con el escudo de este equipo es algo gigante y termina por hacerlo sentir pequeño, algo que él mismo cuenta como anécdota de toda su experiencia.

Si bien a su padre le decía a modo de queja que el entrenador no le daba los minutos que quería, lo cierto es que sentía alivio cuando al momento de dar la alineación no veía su nombre, ya que la responsabilidad era inmensa y sentía que la camiseta le quedaba enorme pese a ser hijo de uno de los futbolistas más recordados en el arco.

Si bien su padre no fue el típico ejemplo del joven que triunfa en el equipo, su salida viene más por el hecho de no ser el suplente de un Iker Casillas que terminó siendo de los mejores en la historia y que incluso en la boca del propio Cañizares «es el que más toque y magia tiene, al menos de los que conozco y seguramente conoceré».