| 06 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El Rey Felipe
El Rey Felipe

Sánchez indulta a los condenados y legaliza los insultos a España

El Gobierno da un cheque en blanco al separatismo para seguir en su desafío, permite plantar al Rey y además aprueba el inexistente derecho a injuriar a buena parte de España.

| ESdiario Editorial

 

A escasos días de que el Gobierno de España indulte con la firma del Rey a los políticos catalanes condenados por sedición y de que Pedro Sánchez reciba con honores a Pere Aragonés en Moncloa, el Gobierno de la Generalidad ha plantado a Felipe VI en una cena convocada para apoyar, paradójicamente, a los empresarios catalanes.

El presidente Aragonés no acudirá a la cena presidida por el Jefe del Estado con el Círculo de Economía, prolongando la actitud vejatoria hacia la Corona de la que hizo bandera el anterior presidente, Quim Torra.

 

Un encuentro con el que don Felipe pretende además, como tantas veces, auxiliar a un sector lastrado por la pandemia, sin duda, pero sobre todo por el "procés", que ha provocado la huida de 7.000 empresas de Cataluña en solo cuatro años.

La actitud de rechazo y persecución al Rey ha incluido, en los últimos años, el veto constante en actos oficiales; su declaración como “persona non grata” en ayuntamientos nacionalistas y el desprecio institucional constante, hasta el punto de que se le exigió que no acudiera a la conmemoración de los atentados terroristas de Las Ramblas.

Tolerar que se plante al Rey y a la vez indultar a quienes le acosan es una tropelía de Sánchez sin ninguna justificación

El veto al Rey ha escenificado, además, el constante enfrentamiento interno entre ERC y Junts dentro del Gobierno catalán: Aragonés no ha conseguido que le sustituyera el vicepresidente Puigneró, que tampoco irá pese a estar anunciado, en otro reflejo de que el separatismo es tan cainita en su seno como con el resto de España.

¿A quién se debe Sánchez?

En esta escena se resume la incoherencia de Sánchez: va a indultar a dirigentes políticos que no aceptan a la figura que simboliza la Constitución y que incluso la vetan en público cuando hace el esfuerzo de acudir a ayudar a su tejido empresarial, atacado por las mismas instituciones que, pese a existir gracias a la Carta Magna, dedican su tiempo y recursos a acabar con ella

La laxa actitud de Moncloa se completa con el apoyo del PSOE a Podemos en la reforma que despenalizará los delitos de injurias al Rey, a las instituciones del Estado, a los sentimientos religiosos y el enaltecimiento del terrorismo. Justo al revés de lo que impone el sentido común y el respeto por la sociedad a la que Sánchez, teóricamente, se debe.