Putas, fiscalía europea y Begoña: situación insostenible para Sánchez

El caso Koldo sigue creciendo a medida que avanzan los acontecimientos y conocemos detalles del sumario y nuevas informaciones periodísticas. La principal novedad es que la fiscalía europea ha tomado ya cartas en el asunto por el presunto uso de fondos de la UE en la compra de mascarillas que sirvieron para pagar mordidas a la trama en Baleares y Canarias. Esto sitúa más que nunca en el filo de la navaja a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.

En cualquier país europeo con un Gobierno homologable a los estándares democráticos de la UE tanto Armengol como Torres habrían dimitido ya. Aquí, el sanchismo los aguanta como si nada mientras anuncia un acuerdo para sacar adelante la ley de amnistía, la máxima expresión de la corrupción política.

Sánchez es el presidente más corrupto de la democracia, capaz de compra su investidura con una ley que borra los delitos de los políticos que le tienen que votar. Es normal, por lo tanto, que la corrupción campe a sus anchas en su Gobierno, y no solo la política como estamos comprobando.

Corrupción de la más chusca además, de esa que, como en el caso del Tito Berni y en los ERE de Andalucía, acaba en los prostíbulos, como acertadamente señalaba la diputada del PP, Ester Muñoz. Las transferencias de bizum entre miembros de la trama se hacían bajo conceptos como “mamadas” y “putas”. Hasta ese punto de sordidez llegaba la cosa.

Y a todo esto, nuevas informaciones ponen también en una situación muy complicada a Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno de la que el PSOE no quiere que se hable. No queda más remedio. De entre las decenas de miles de empresarios que hay en España, la ‘primera dama’, según ha publicado El Confidencial,  se reunió en secreto varias veces con el consejero delegado de Globalia (Air Europa) días antes y días después del rescate a la compañía aérea por 475 millones de euros.

Hay que recordar que, según Hacienda, de en rescate a Air Europa se comenzó a fraguar la trama de corrupción de las mascarillas. En esas conversaciones para salvar a la compañía aérea participó uno de los empresarios de la trama de corrupción, Víctor de Aldama, que también se reunió en una ocasión con Begoña Gómez por aquellas fechas.

Todo este cúmulo de circunstancias hacen insostenible la situación de Pedro Sánchez y sobre todo su silencio y su pasividad. Por mucho que trate de esconderse y de esquivar el asunto, el agua le llega al cuello y cada día sube un poco más arriba.