| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Ursula Von der Leyen
Pedro Sánchez y Ursula Von der Leyen

Europa vigila Sánchez con los Fondos Europeos y las libertades democráticas

Además de la preocupación por las injerencias en el poder judicial, Bruselas también se ha interesado por la situación del castellano en Cataluña. Malos augurios para la presidencia europea.

| ESdiario Editorial

 

Aunque la maquinaria propagandística y mediática de Moncloa se empecina en vender la imagen de Pedro Sánchez como el estadista más influyente del momento en Europa, además de pronosticar un éxito rotundo de la presidencia española de la UE el próximo año, lo cierto es que no pinta bien el panorama para el Gobierno ante los socios del continente. Porque si la Comisión Europea ha mostrado inquietud por el asunto de la renovación del CGPJ y las dudas que plantea por la posible intromisión en la independencia judicial, ahora se ha manifestado similar preocupación por otro asunto que atañe a las esencias de nuestro sistema de libertades: las cortapisas al uso del castellano como lengua materna en Cataluña.

 

Con respecto a lo primero, la visita del comisario de Justicia, Didier Reynders, ya fue suficientemente ilustrativa de las incertidumbres que existen tanto en la Comisión como en la Eurocámara en torno al sistema de elección español del gobierno de los jueces, pues deja margen a la injerencia del Poder Ejecutivo en la Justicia. Que se cuestione la separación de poderes en España y que se reciba, por ello, una reprobación desde Bruselas no sería, lógicamente, la mejor carta de presentación para la presidencia de turno.

Como tampoco lo sería recibir un rapapolvo por el asunto de la utilización del castellano en el sistema educativo catalán. Por lo pronto, la cuestión ya ha motivado una inspección a cargo del Parlamento Europeo, que tendrá lugar en la segunda mitad del año que viene.

Que se cuestione la separación de poderes en España no sería, lógicamente, la mejor carta de presentación para la presidencia por turno. Como tampoco lo sería recibir un rapapolvo por el asunto de la utilización del castellano en el sistema educativo de Cataluña

Aunque la tradición comunitaria establece que ha de respetarse el bilingüismo en aquellos territorios donde coexistan dos lenguas oficiales y las resoluciones de la Eurocámara en este sentido no son vinculantes, cosa distinta es la postura frente respeto a las decisiones judiciales. Y en ese sentido, la Comisión ya le ha recordado a la Generalitat la obligación de dar cumplimiento a lo que dicten los tribunales.

Del mismo modo, con arreglo al principio de subsidiariedad, Bruselas podría tomar la iniciativa si el Gobierno no es capaz de aplicar los dictados de los tribunales e intervenir de manera directa. Y aunque solo es una posibilidad de momento, el simple hecho de que nos ronde este segundo toque severo de Europa sobre la acción del Gobierno de Pedro Sánchez ya representa un baldón. Y sería doblemente bochornoso para España si estas recriminaciones coinciden con la presidencia de turno española.