| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La Princesa Leonor, la pasada semana en Oviedo durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias
La Princesa Leonor, la pasada semana en Oviedo durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias

Leonor, una princesa preparada para dar el gran paso

La primogénita del Rey Felipe alcanzará dentro de un año la mayoría de edad, un momento de importancia histórica para la continuidad de nuestro régimen constitucional.

| ESdiario Editorial

 

La Princesa de Asturias acaba de cumplir 17 años, un aniversario de lo más especial porque representa el comienzo de una cuenta atrás que concluirá el 31 de octubre de 2023. Hasta esta fecha vivirá con una libertad que concluirá con la llegada de mayoría de edad y la consiguiente obligación de dedicarse de lleno a su actividad institucional. Será entonces cuando empezará a ponderarse de verdad la importancia que va a tener Leonor en nuestra historia.

La primogénita de los reyes Felipe y Letizia va a tener por delante, en suma, un año muy especial, ya que es el último de su etapa académica básica antes de meterse de lleno en la formación militar obligatoria como Heredera de la Corona y futuro mando supremo de las Fuerzas Armadas. En apenas un año, Leonor habrá de instruirse con la milicia, una relación que le llevará algún día a ser Capitana General de los tres Ejércitos cuando asuma la Corona.

Dentro de un año, al alcanzar la mayoría de edad, Leonor dejará de ser la hija del Rey para convertirse de facto en un referente institucional de primer orden

Pero además de esta instrucción militar, la Princesa de Asturias protagonizará el juramento de la Constitución. Aunque está por ver aún la fecha exacta para ceremonia, pues puede demorarse si su 18 cumpleaños coincide con periodo electoral, lo que está meridianamente es que, aparte de los tintes simbólicos, el juramento posee trascendentales consecuencias legales y políticas.

Desde el plano jurídico, representa que la Princesa heredera cumple con una obligación constitucional. Y en el ámbito político supone la escenificación ante el pueblo español del compromiso absoluto de la heredera de la Corona con los valores e instituciones que alimentan y configuran el Estado social y democrático de Derecho de la Constitución de 1978.

 

Desde ese momento, en consecuencia, Leonor dejará de ser la hija del Rey para convertirse de facto en un referente institucional de primer orden. Un gran paso, el de contribuir a la personificación de la unidad de la nación y de la supremacía del Estado de Derecho, para el que la princesa va a estar sobradamente preparada.