Sánchez se indultó a sí mismo regalando impunidad a Junqueras y su movimiento

El Tribunal Supremo ha decidido aceptar, finalmente, los recursos de varios partidos a la concesión de nueve indultos a políticos catalanes condenados por sedición y malversación, decidida por Pedro Sánchez apenas seis meses después de investigarlos con “Pegasus” con el único objetivo de garantizarse el apoyo parlamentario de ERC.

El Tribunal, que había rechazado de entrada aceptar los recursos al entender que PP, VOX o Cs no eran afectados directos en este asunto, ha variado de opinión y podrá estudiar a fondo la legalidad de la medida de gracia decidida por el Gobierno y exigida por el independentismo catalán.

El Supremo abre otro frente a Sánchez y revisará la legalidad de su indulto a Junqueras

Sánchez justificó los indultos, en sede parlamentaria, apelando a la "utilidad pública", saltándose en apariencia las razones de justicia o equidad que los regula, un anacronismo del siglo XIX. Y a esa razón se refirió ayer la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, asegurando que gracias a los indultos había mejorado la situación en Cataluña y que, por tanto, ésa era la “utilidad” de los mismos. 

Sobre esto, la única “utilidad” clara ha sido para el propio Sánchez, que ha logrado investiduras y Presupuestos gracias al independentismo. La “utilidad” para el Estado no ha existido y, al contrario, no han dejado de aumentar las concesiones económicas, educativas, lingüísticas, fiscales: la última, excluir al español como “lengua de aprendizaje” de la enseñanza catalana, para intentar sortear la imposición legal de que el 25% de la educación pública se imparta en castellano.

Blanqueamiento separatista

O la imposibilidad del Rey de entregar los premios "Princesa de Gerona" en la ciudad anfitriona, entre tantas otras muestras de que en Cataluña solo hay "convivencia" si se renuncia sumiso a combatir a nacionalismo.

Los indultos, además, no solo indultaron a Junqueras y otros ocho líderes separatistas: también indultaron sus objetivos políticos, a los que no han renunciado y que son más “legales” que nunca por la decisión exclusiva de Sánchez de retirarles todo reproche penal. Más allá de eso, el Supremo demuestra la necesidad de la separación de poderes, maltrecha por el carácter invasivo del Gobierno en todos los rincones del Estado.