| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Las elecciones de la sequía, nadie promete agua

| Sergio Morales Parra Edición Elche

Ya ha llegado un nuevo fin de semana, que ustedes lo disfruten.
Me muevo entre compromisos familiares, intentos de descanso y el revuelo de una campaña electoral que empezó extraoficialmente hace tiempo, pero que esta semana dio el pistoletazo de salida oficialmente. Imagino que sufro lo mismo que ustedes, porque no podemos estar ajenos a lo que ocurre en la calle y a lo que vamos a decidir que ocurra del 28 de mayo en adelante.

Ha llovido señores, ha llovido mucho desde que sucedieron las últimas elecciones municipales y de la Comunidad Valenciana y, además, ha llovido el viernes, para despedir la semana y ha sido bastante, aunque no suficiente.

En mi vida laboral por la Vega Baja, ha resultado una alegría ver el agua caer sobre cultivos, árboles frutales y tierras. El paisaje adquiere unas tonalidades intensas, limpias, que sustituyen al color difuminado que tiene cuando el polvo de la sequía reina en el ambiente. El viernes disfruté mientras el agua me empapaba en mitad de los campos de esta maravillosa "huerta alicantina".
Contemplando el correr del agua, charlaba con un lugareño, con el que mantengo amistad desde hace años, y me decía que algo no estábamos haciendo bien, aunque no sabía el qué, lo decía con una frase que era una sentencia: "No van las cosas bien cuando todos los días hay sobresaltos de tonterías políticas y nunca hay proyectos para que el campo siga dando de comer a los vivos".

Yo pienso que el tetrabrik ha hecho mucho daño, ha eliminado la imagen de la vaca y nos parece que la leche se fabrica y no... no se fabrica. Recuerdo que "de pequeño", alguna vez, fuimos con el Colegio a la "fábrica de leche CLESA" (Central Lechera Española S.A.), pero nunca nos llevaron a una vaquería y creo que ahí empezó todo, ahí fue cuando dejamos de tener la imagen de dónde estaba lo importante. Yo, por suerte, he podido estar cerca de unas vacas lecheras, de unas cabras, de un campo de zanahorias o de alcachofas, de un huerto de tomates, etc. etc., pero no es lo que le ha pasado al común de los españoles, desde hace ya muchos años.

Mi amigo de la Vega Baja, sigue mirando el horizonte, los campos, sonríe mientras dice: "¡Bendita agua!", no le importa mojarse y a mi tampoco. Hay olores especiales y el de "tierra mojada" es uno de ellos. A nuestro lado unos pájaros beben del agua que reposa en unas hojas de un árbol. Es fiesta en la naturaleza.

Nuestra Vega Baja es rica en "corazones abiertos" y mi amigo me despide con un abrazo enorme, sabe que durante la semana siguiente nos hablaremos, seguiremos viéndonos si Dios no dispone otra cosa y la vida seguirá abriéndose camino, en la sequedad de la escasez de agua que aquí sufrimos y que no parece que vaya a encontrar soluciones inmediatas, si no vienen de la propia "Madre Tierra".

Ya en el coche, mientras conduzco, voy pensando en qué tienen en la cabeza éstos que ahora nos piden el voto porque, si se pasearan por los campos, hablarían de proyectos de vida, no de tanta tontería inventada, para mantenerse en el poder.

¿Qué tienen en la cabeza? Ya les digo yo algunas... tienen "nudos retorcidos", porque hemos retorcido tanto la sociedad y sus normas que se dan situaciones incomprensibles como que para ser policía local es necesario no tener antecedentes penales, pero para ser alcalde, el que manda a los policías locales, tener antecedentes penales no es un problema. ¿Se puede ser más inútil a la hora de legislar?. O sea, que puedes haber sido un asesino de ETA, porque para demostrar que no estás de acuerdo con la democracia ni con España, considerabas que podías matar y después, puedes utilizar la democracia para presentarte a que te elijan como alcalde, del pueblo en el que has asesinado a un vecino, ese que te molestaba porque pensaba distinto.
Si ustedes piensan que esto está dentro de la "normalidad", ustedes me perdonarán pero yo no lo pienso. Creo que le hemos dado una vuelta a la "sofisticación del pensamiento democrático". Todo tiene un límite.

Lo más duro es que el partido que ha llevado a cuarenta y cuatro miembros de ETA, siete de ellos condenados por asesinato, a estos comicios, ese partido tiene votantes que están de acuerdo con esa forma de actuar. Lo más duro es que hay trescientas o cuatrocientas mil personas que apoyan que las cosas se hayan hecho así y que además, cuentan con la complicidad de otros partidos que están dispuestos a abrirles paso para que sigan siendo protagonistas en la vida de los españoles.
Qué difícil se me hace ver cómo todos los días se habla del peligro que supone la que el Gobierno llama "ultraderecha", mientras pacta con estos que innegablemente fueron terroristas y asesinos. No me viene a la mente ni una palabra de comprensión o de justificación para esta "fantasía creativa de la política".

Ahora los candidatos del PSOE nos piden que les votemos y que no pensemos en Sánchez a la hora de votar para nuestro Ayuntamiento o nuestra Comunidad. Lo siento pero pienso que todos son cómplices de todos los que permiten estas barbaridades.

Sacudo mi cabeza para que se me vayan estos pensamientos tan negativos y me viene a la mente la pérdida, esta semana, de Cristo Báñez, un joven creador de moda especializado en "Trajes de Flamenca", pero con diseños espectaculares y enorme creatividad cuando ponía su fantasía a trabajar. Se ha ido con solo cuarenta y un años y ha dejado a amigos sin consuelo, a seguidores huérfanos y un importante hueco en la Moda. Si no lo conocían búsquenlo en las redes sociales y verán su fructífera obra.

Parece que durante el fin de semana seguirá cayendo algo de agua y las temperaturas serán algo más bajas, aprovechen para poner una de las últimas "chimeneas" de la temporada. En estas tierras levantinas, para comer, pega un arroz con conejo y caracoles, hecho con leña y a esto me dedicaré, con esa "liturgia" que requiere el trato con el arroz, ese medir de proporciones, ese contar el tiempo y ese fuego que, como el amor, debe ser alimentado de forma continua, para que no desaparezca.
Como mejor ejercicio del fin de semana me propongo la entrega de abrazos que, créanme, es totalmente reparador.
Como siempre, servidor de ustedes... Sergio Morales Parra