| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Tabarnia y la esquizofrenia separatista

El secesionismo es, sobre todo, un lujo burgués de clase alta 'de izquierdas'. Los datos de los votantes y sus rentas lo confirman. Y Tabarnia, el irónico antídoto que les saca de quicio.

| Luis Marí-Beffa Opinión

Y entonces, aparece Hernando, que es ese tipo del PP que es como un tornado: las casas vuelan y la cola de Pablo Iglesias se desmelena cuando abre la boca. Sí, Rafael Hernando, ese tío que parece directamente sacado de una serie de Netflix sobre maldades políticas, con una voz grave y plena de confianza, y ese aspecto de político británico y su lengua afilada y victoriana.

Pues bien, aparece, ¿no? Y se pone, YA, a dar lecciones de intenciones de gobierno a Arrimadas. "Cuando se recibe ese respaldo popular, hay que estar preparada para intentar formar gobierno". Bueno, Hernando, que la autocrítica no era eso, que las campañas previas penosas en las elecciones, por regla general, suelen venir aparejadas de resultados penosos en las urnas y, para colmo de males, arremetes contra el único partido que tiene las tripas políticas de sentarse a hablar con vosotros. ¿Algún amigo íntimo de Rafael Hernando en la sala?

Los votantes de la CUP son los que poseen mayores ingresos familiares y los que menos pasta tienen votan al PP

Alguien debería recordarle a este elegante político (porque, las cosas como son, desde esa gabardina tres cuartos casi al estilo Teddy Boy de Bárcenas, no se recuerda alguien similar en glamour dentro de nuestro hemiciclo) que Rajoy utilizó exactamente la misma estrategia que Ciudadanos en Cataluña, con excelentes resultados para gobernar España, por cierto.

Tabarnia

 

 

Para rematar el asunto, ahora parece -aunque ya lleva un tiempo- que nace el intraindependentismo, a saber: el independentismo dentro del independentismo, con Tabarnia. Tarragona y Barcelona libres del yugo opresor catalán. Y no es un chiste de catalanes, que conste.

La idea de Tabarnia nace con un sentido irónico, espero. Y, como suele resultar de las ironías, resultados muy inteligentes. ¿Qué sucedería si todas las zonas ricas de Europa se quisieran independizar de sus regiones o países porque aportan más dinero, vía impositiva, que la media regional o nacional? Pues eso. Que quizá ERC y CUP e incluso Podemos deberían recordar los principios de cualquier movimiento obrero que se precie.

Su himno: La Internacional -no La Nacional- y el principio de redistribución de la riqueza. Pero,  ¿son ERC, CUP y Podemos de izquierda? Responderé de la forma más honesta e íntegra posible: atendiendo al perfil socioeconómico de sus votantes. ¿Puede un partido político republicano luchar contra los privilegios de los más ricos desde una masa social adinerada

¿Cabe la posibilidad de que un movimiento anarquista, antisistema y anticapitalista como las CUP pueda estar formado por los ciudadanos que mejor están amoldados a ese sistema que pretenden destruir hasta los cimientos?  La lógica y el buen sentido indicarían que no. Pero no es el caso de Cataluña, donde la esquizofrenia, la disonancia cognitiva y la ansiedad hace mucho que se apoderaron de las instituciones.

Volvamos a Tabarnia. Me gusta Tabarnia. Me chifla Tabarnia. La idea de Tabarnia nació hace ya dos años, con una plataforma que se llama Barcelona is not Catalonia. Una genialidad. Si algo demuestra Tabarnia es, como dije antes, el nulo interés que los segregacionistas guardan por la sensatez.

El argumento sobre el que se sostiene cualquier clase de nacionalismo es el fascismo, si atendemos a la Historia

¿Cómo es posible que no hubieran caído en que el argumento sobre el que se sostiene cualquier clase de nacionalismo es el fascismo, si atendemos a la Historia? Si quieren resultar creíbles, deberían aceptar la idea de que Barcelona y Tarragona se pudieran separar de Cataluña, tal y como ellos pretenden que hagamos el resto de españoles: dejarles decidir "libremente" sobre su futuro. Si son unos políticos íntegros, los independentistas, deberían renunciar a sus principios o aceptar la posibilidad del derecho de autodeterminación de Tabarnia. 

Los 'fachas' 

Pero, ay, bendita quimera, resulta que el director de comunicación del PDeCat ya ha dicho que para que Barcelona y Tarragona se independicen de Cataluña debe votar toda la sociedad catalana. Y ese es exactamente el mismo argumento que llevan utilizando aquellos a los que los independentistas llamaban fachas.

De modo que a los independentistas ya se les puede decir, sin miedo a que nadie se ruborice por ello: ¡Cataluña, Una, Grande y Libre! El espejo que Tabarnia les ha colocado delante de sus napias les ha dejado ya desnudos ante la cordura.  

De hecho, muchos de nuestros constitucionalistas llevan ya tiempo pidiendo un referéndum pactado para Cataluña, con una posterior ley de claridad con sistema comarcal de independencia a la canadiense, tal y como se hizo en Québec, que fue la manera como Canadá consiguió zafarse de su particular nacionalismo periférico. 

 

Quieren los soberanistas desmembrar España? Estupendo, siempre y cuando se pueda desmembrar Cataluña luego

 

¿Cabía la posibilidad de trocear Canadá? Pues muy bien, pero entonces que se pudiera trocear también Québec. ¿Pretenden los independentistas catalanes desmembrar España? Estupendo, siempre y cuando se pueda desmembrar Cataluña a continuación. De ahí que la maniobra de Tabarnia tenga una innegable lucidez. Lo que se ha hecho básicamente es mostrar las inconsistencias de los argumentos del independentismo, que ahora se ve forzado a echar mano de la oratoria que el señor Rafael Hernando lleva utilizando todo este tiempo.

Y, como refuerzo, utilizando el sentido del humor, que siempre es una estrategia mejor que el enfrentamiento, como parece quedar demostrado. Solo cabe hacer lo mismo con el País Vasco y así nos estirpamos otro cáncer de clasismo oligarca de encima. 

Fíjense si es buena la campaña tabarnesa que me ha desviado de lo que yo pretendía hablarles: los resultados electorales de las pasadas elecciones autonómicas catalanes. O mejor dicho: el análisis de dichos resultados. O mejor dicho todavía: el análisis de dichos resultados atendiendo solo a la situación socioeconómica de los votantes

Porque, quizá no lo sepan, pero los votantes de la CUP son los que poseen mayores ingresos familiares y los que menos pasta tienen votan al PP. Eso dicen las cifras oficiales postelectorales que, en el caso de ingresos económicos, no se pueden manipular. Son los que son. Ya luego vendrá una agradable señora a llamarme neoliberal -sin el neo, señora, si es usted tan amable-, o ese tipo 100% progresista canela en rama a decirme que mejor que escriba en Intereconomía -La Gaceta, chaval, el periódico de Intereconomía se llama La Gaceta-, o el otro que me maldijo con arder en los mercados, cuando publiqué el anterior artículo para este periódico.

Rentas altas

Sí, aquel que demostraba, con cifras del CEO -Centro de Opinión de Cataluña, nada de ogros mesetarios, por favor, vaya que se nos enfaden las masas-, que los ciudadanos catalanes con menores ingresos familiares no eran partidarios de la independencia pero que, conforme estos ingresos aumentaban, también lo hacían los deseos segregacionistas. 

Para la segunda encuesta del antes citado CEO los resultados resultaron infinitamente más escalofriantes, ya que los separaron por partidos la segunda vez. A saber: 

 

Partido Político / Ingresos familiares mensuales netos 

CUP

2190 €

JXSÍ

2175 €

CSQP

2043 €

C’S

1922 €

PSC

1682 €

PP

1490 €

 

¿No les parece maravilloso? A mí tampoco. Y es que analizar una determinada distribución electoral en base a los ingresos del votante (y teniendo en cuenta que los partidos de arriba son los que cuentan con una masa de votantes más fiel entre dos elecciones separadas por menos de dos años) me parece lo más transparente, lo más honrado que se puede hacer con unos resultados electorales.

Curritos Vs belloburgueses

Porque quizá, solo quizá, esta nueva izquierda que parece una mujer barbuda circense o un ser humano con tres cabezas pueda explicar, explicarse y explicarnos cómo es posible que en estas elecciones vuelvan a darse los mismos resultados en base a ese parámetro. Quizá, solo quizá, la gente de familias adineradas pueda permitirse el lujo belloburgués de ir en contra del sistema porque saben que Papá Estado vendrá a arreglar sus excentricidades nacionalistas de clase alta.

Y a lo mejor un curriqui que no llega a fin de mes no pueda permitirse prescindir del capitalismo. Nunca se sabe. Lo que sí se saben son varias cosas. Que los ricos que viven en regiones ricas quieren independizarse de los países que les hicieron ricos. Que los pobres que viven en regiones ricas no quieren independizarse de sus países, quizá, solo quizá, porque saben que con el apoyo de esos paises tienen la posibilidad de prosperar.

Que para los constitucionalistas este triunfo de Ciudadanos es un gran éxito. Y que, por muchos corazoncitos que pongan en sus siglas los hunos, y muchas sonrisas que se esfuercen en poner los otros, este triunfo histórico les ha escocido a los catalanes de clase alta votantes de izquierda. Y mucho.  

Lo que no alcanzo a comprender es la razón ideológica. Quizá, solo quizá, porque no exista.

 

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