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Reino Unido ayudará en compra de VE

El Reino Unido podría pagar a los conductores para que sustituyan los coches de combustión por vehículos eléctricos. Podría ayudar a revitalizar el sector muy afectado por el coronavirus. El mercado automovilístico del Reino Unido ha sufrido una contusión debido …

| Nacho Muñoz esTendencia
El Reino Unido podría pagar a los conductores para que sustituyan los coches de combustión por vehículos eléctricos. Podría ayudar a revitalizar el sector muy afectado por el coronavirus. El mercado automovilístico del Reino Unido ha sufrido una contusión debido a COVID-19, como gran parte de Europa, pero el Primer Ministro Boris Johnson puede estar contando con los vehículos eléctricos para traerlo de vuelta. Las fuentes del Telegraph (a través de Reuters) entienden que el equipo de Johnson está elaborando planes que darían a los conductores hasta 6.000 libras, o unos 6750 euros, si cambian su coche con motor de combustión por un EV. El Primer Ministro anunciaría tentativamente esto el 6 de julio como parte de un plan más amplio para ayudar a la economía británica a recuperarse a medida que las medidas de bloqueo se suavizan. Este sería un movimiento pragmático si es preciso. Teóricamente daría un impulso a la economía británica en general, y sería particularmente beneficioso para Jaguar, Mini y otras marcas que fabrican al menos algunos de sus VE en el país. Un incentivo de intercambio podría incluso ser necesario para cumplir con los objetivos a largo plazo. El Reino Unido quiere prohibir la venta de nuevos coches de combustión para 2035, y eso puede ser un desafío si no hay un mercado próspero de vehículos eléctricos para ese momento. Una recompensa por abandonar el diésel y la gasolina podría acelerar esa adopción, en particular entre los compradores conscientes de los costes, a quienes les pueden gustar los menores costes de funcionamiento de los VE pero no pueden justificar los precios iniciales más altos. La aplicación de ese plan podría plantear dificultades. Aunque la infraestructura de carga está creciendo, no está claro que haya suficientes estaciones (o una red eléctrica suficientemente preparada) para hacer frente a un aumento de la demanda. Eso también es asumiendo que la gente recupere la confianza para comprar coches en un momento en que COVID-19 sigue siendo una amenaza persistente. Sin embargo, si el Reino Unido sigue adelante con la idea, su estrategia podría servir de modelo para otros países que quieren ayudar al medio ambiente mientras sus mercados de automóviles se recuperan.