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Félix Rodríguez de la Fuente
Félix Rodríguez de la Fuente

Recordando a Félix Rodríguez de la Fuente, en el 44 aniversario de su muerte

El 14 de marzo de 1980 marcó el trágico final de Félix Rodríguez de la Fuente, el naturalista, zoólogo y divulgador medioambiental más destacado del siglo XX en España.

| Elena Bellver esTendencia

Conoce la incansable labor de Félix Rodríguez de la Fuente,  en la protección de especies como el lobo ibérico, el oso, el lince y las aves rapaces, marcando hitos en la conservación y dejando un legado que perdura en la defensa de la biodiversidad en la península ibérica.

Félix Rodríguez de la Fuente, murió en un accidente de avioneta en Shaktoolik, Alaska  el mismo día que cumplía 52 años mientras documentaba las carreras de trineo con perros de Iditarod.

Félix Rodríguez de la Fuente

Félix Rodríguez de la Fuente: un pionero en defensa de la naturaleza

Félix nació el 14 de marzo de 1928, en Poza de la Sal, Burgos, en el seno de una familia apasionada por la lectura y la naturaleza. La guerra civil y la preferencia de su padre por una educación hogareña marcaron su infancia, permitiéndole explorar la naturaleza virgen hasta los diez años.

 
 
 
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Describió su lugar de nacimiento como una "comunidad humana" en "convivencia armónica con los paisajes", forjando las experiencias que influyeron en sus futuras contribuciones.

Ingresó a la Universidad de Valladolid en 1946 para estudiar medicina, siguiendo el consejo paterno. Aunque sus primeros años no fueron prometedores, Félix destacó en las pruebas orales y se convirtió en un deportista destacado, ganando el campeonato universitario de 400 metros lisos. La influencia del biólogo José Antonio Valverde marcó su interés por la cetrería, un arte que buscó revivir en España.

Compromiso con la naturaleza

 
 
 
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Graduado en Medicina en 1953, Félix se unió a la Sociedad Española de Ornitología en 1954, destacando su compromiso con la naturaleza. Luchó contra la desecación de las marismas del Guadalquivir junto a Valverde y, en 1957, obtuvo su título en estomatología. Aunque ejerció como odontólogo, su verdadera pasión seguía siendo la cetrería.

La muerte de su padre en 1960 marcó un cambio radical, abandonando la odontología para dedicarse plenamente a su pasión y la divulgación científica.

Explorador y Divulgador

Félix no solo sobresalió como cetrero, sino también como explorador, guía de safaris fotográficos en África, conferenciante y escritor.

Félix Rodríguez de la Fuente

Su influencia fue vital en la concienciación ecológica de España en una época carente de movimientos de defensa de la naturaleza. Internacionalmente reconocido, se estima que sus series de televisión, como la icónica "El hombre y la Tierra" (1974-1980), fueron vistas por cientos de millones de personas.

Su salto a la fama

En 1964, el Gobierno español confió a Félix Rodríguez de la Fuente la misión de capturar dos halcones peregrinos para obsequiar al rey Saud de Arabia Saudita. Este encargo marcó el inicio de una extraordinaria travesía que catapultaría a Félix al estrellato.

Organizando las Jornadas Internacionales de Cetrería en Loranca de Tajuña, provincia de Guadalajara, en octubre de 1964, Félix se ganó el título de "Cetrero Mayor del Reino". La icónica imagen de él lanzando a Durandal, una halcón entrenada, en la portada del diario ABC, le valió reconocimiento y lo llevó a la televisión española.

 
 
 
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La Cetrería y la Televisión

Su participación en el programa Fin de Semana durante cuatro años consolidó su estatus como un apasionado defensor de la caza, la pesca y la naturaleza. Posteriormente, en 1966, Félix se sumergió en el ámbito educativo al liderar la clase de zoología en el programa Televisión Escolar.

 
 
 
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Conocido como "Félix, el amigo de los animales", conquistó a la audiencia al hablar sobre la fauna y flora del país, conectando especialmente con la población urbana en pleno desarrollo industrial.

Pionero de la protección ambiental

En 1966, logró la protección en España del halcón peregrino y las rapaces nocturnas, marcando un hito al ser el primer país en aprobar una normativa de este tipo.

 
 
 
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A lo largo de 1967, su presencia se expandió a la revista Blanco y Negro, aumentando significativamente su tirada con las series "Serie Ibérica" y "Serie Africana". Estos logros le permitieron emprender viajes y expediciones, dedicándose también al estudio de los lobos y desafiando la concepción popular de estos animales.

El Lobo: su pasión y compromiso

Después de criar lobeznos salvados de un apaleamiento, Félix se convirtió en el líder de manadas en los montes cercanos al barranco del río Dulce. Su visión revolucionaria sobre la relación entre humanos y lobos, plasmada en su última biografía "Félix Rodríguez de la Fuente, su vida, mensaje de futuro", se centró en la domesticación del lobo y su evolución a lo largo de la historia.

 
 
 
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Éxito cinematográfico y ambiental

En 1966, Félix dirigió y guionizó la película "Alas y garras", que obtuvo varios premios, incluido el Arquero de Bronce del Festival de Cine de Gijón. Su oportunidad de liderar su propio programa llegó en 1968 con "Fauna", un espacio televisivo que le permitió amplificar su mensaje de acercamiento a la naturaleza.

En ese mismo año, se le encomendó la Operación Baharí, utilizando aves rapaces para controlar las aves potencialmente peligrosas en los aeropuertos, logrando un éxito rotundo.

Legado televisivo y cambios de título

A pesar del éxito de "Fauna", los directivos de TVE cambiaron unilateralmente el nombre del programa a "Animalia" en 1970, coincidiendo con una enciclopedia de Salvat del mismo nombre. Félix logró modificarlo a "Vida Salvaje", manteniendo su compromiso con la educación de los niños y llegando a un público diverso.

Él éxito internacional

felix-rodriguez

Félix Rodríguez de la Fuente, entre 1970 y 1974, protagonizó su primera serie reconocida a nivel mundial, "Planeta azul", destacando en el ámbito hispanohablante. Simultáneamente, inició su colaboración radiofónica en diciembre de 1973 con "La aventura de la vida", un programa semanal que se emitió durante siete años, totalizando más de 350 episodios.

Su labor se extendió a programas como "Planeta agua" y "Objetivo: salvar la naturaleza". En este período, se comprometió con la conservación de diversas especies animales en peligro, especialmente el lobo, contribuyendo a su supervivencia en la península ibérica.

Conservación y activismo

Rodríguez de la Fuente destacó por su defensa del lobo, logrando el respeto social a pesar de enfrentamientos con pastores y cazadores. Su labor se extendió a la protección de otras especies como el oso ibérico, el lince, el águila real y el águila imperial.

aguila-imperial

Además, se involucró en la preservación de áreas naturales en España, abogando por la conservación de lugares como las dunas de El Saler, el parque de Doñana, las Tablas de Daimiel, el Monte de El Pardo y la laguna de Gallocanta.

Compromiso editorial

A lo largo de la década del '70, Félix emprendió diversos proyectos editoriales, como la coordinación de la Enciclopedia Salvat de la Fauna, vendiendo dieciocho millones de volúmenes solo en España.

Este trabajo fue realizado con un equipo de biólogos, entre ellos, Miguel Delibes de Castro y Javier Castroviejo.

La enciclopedia se convirtió en una obra de referencia traducida a catorce idiomas y publicada en todo el mundo. Además, contribuyó a la Enciclopedia Salvat de la fauna ibérica y europea y publicó "Los libros de El hombre y la Tierra", "Los cuadernos de campo", y la enciclopedia "La aventura de la vida", lanzada póstumamente.

El Hombre y la Tierra

Desde 1973 hasta 1980, Félix realizó su serie más famosa para la televisión, "El hombre y la Tierra", dividida en partes ibérica, suramericana y norteamericana.

La serie ibérica constó de tres partes y una cuarta inconclusa, mientras que la suramericana, filmada en Venezuela, superó las expectativas con dieciocho capítulos. Aunque solo se pudo filmar la parte canadiense y dos capítulos en Alaska de la serie norteamericana, la producción logró un impacto global.

Logros y reconocimientos

Con 124 capítulos, la serie enfrentó el desafío técnico de ser filmada en 35 milímetros, utilizando equipos pesados de la época. La sintonía, a cargo de Antón García Abril, se convirtió en un ícono.

La serie, sin guión preestablecido, destacó por imágenes impactantes, como la caza de animales por manadas de lobos dirigidas por Félix y la espectacular caza de un muflón por un águila real. Emitida en numerosos países, la serie cosechó premios en España y en el extranjero, incluyendo el Festival de Televisión de Montecarlo.

Su trágica muerte el 14 de marzo de 1980

El 10 de marzo de 1980, Félix Rodríguez de la Fuente, acompañado por su equipo de "El hombre y la Tierra", se aventuró a Alaska para documentar la renombrada "Iditarod Trail Sled Dog Race".

 
 
 
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La expedición se desarrollaba en compañía del piloto Tony Oney y su socio Warren Dobson. A pesar de la pérdida de aceite en la avioneta de Oney, Rodríguez, conocido por su temor a volar, optó por cambiar a la aeronave de Dobson, expresando de manera premonitoria: "Qué lugar más hermoso para morir."

Trágicamente, la avioneta de Dobson se estrelló en circunstancias misteriosas, resultando en la muerte instantánea de todos sus ocupantes, incluyendo a Félix.

La tragedia tuvo lugar en Shaktoolik, una localidad inuit a unos 25 km de la costa del mar de Bering, cercana a Klondike, un sitio que Félix admiraba desde sus lecturas adolescentes de Jack London.

La policía de Alaska recuperó los cuerpos, que luego fueron trasladados a la morgue de Nome antes de ser repatriados a España.

Reconocimiento en Norteamérica

Durante su estancia en Norteamérica, Rodríguez de la Fuente y su equipo ganaron gran popularidad en la región canadiense de Yukón y en ciudades como Dawson City, Whitehorse y Yellowknife. En Alaska, su presencia dejó huella en Nome, Anchorage y Fairbanks, donde el principal diario estatal lo despidió con un emotivo "Adiós a nuestro Jack London español."

 
 
 
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Adiós a un pionero del estudio y conservación de la naturaleza

El 19 de marzo de 1980, Félix fue sepultado en el cementerio de su localidad natal, Poza de la Sal, Burgos, en un acto multitudinario. Sin embargo, en junio de 1981, impulsada por su viuda Marcelle Parmentier, sus restos fueron trasladados al cementerio de la ciudad de Burgos.

Un panteón diseñado por el arquitecto Miguel Fisac y una escultura de Pablo Serrano rinden homenaje al legado de este pionero de la naturaleza.

El Ayuntamiento de Burgos su ciudad  natal,  otorgó a Félix la Medalla de Oro de la Ciudad a título póstumo en abril de 1980, reconociendo su invaluable contribución a la conservación y divulgación de la naturaleza. Su legado perdura como referente mundial en la defensa de la biodiversidad y la conciencia ambiental.

El legado de Félix Rodríguez de la Fuente

Defensor apasionado de la naturaleza y maestro en la divulgación ambiental, dejó un vacío irremplazable. Su legado sigue vivo en la conciencia ecológica y el amor por la naturaleza que transmitió a generaciones de espectadores y admiradores.

Su contribución a la cetrería, la ornitología y la defensa de la biodiversidad lo consagra como un pionero que cambió la percepción del público hacia el medio ambiente. Aunque su vida fue truncada en Alaska, su influencia perdura, recordándonos la importancia de preservar y apreciar el mundo natural que él amó y defendió incansablemente.

 Félix Rodríguez de la Fuente,

Querido amigo Félix, la que escribe fue una de esas niñas que descubrió las maravillas de la naturaleza viendo 'El Hombre y la Tierra". Con cada episodio nos sumergíamos en un mundo apasionante contado con tu voz inconfundible.

Lograste que la televisión dejara de ser 'una caja tonta' para convertirse en un escaparate fascinante para explorar el mundo, gracias 'Amigo Félix'. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.