| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Cuarta feria de Otoño: Castella y Ureña triunfan sin cortar orejas

Con dos mansos de Cortés de Victoriano del Río, el francés Castella y el murciano Ureña dan sendas vueltas y triunfan, perdiendo los trofeos por la espada, tras dos faenas de mucho mérito

| Miguel Angel Moncholi esTendencia

Salieron mansos los toros de la corrida de Victoriano del Río y los de Cortés, de la misma casa, lidiados en cuarto y quinto lugar. Especialmente estos dos últimos, -mansos pero encastados-, que recordaban a aquellos del siglo XIX y comienzos del XX.

Al quinto se le pusieron banderillas negras, algo poco usual, pero bien administrado por la presidencia, que debió hacer lo mismo con el cuarto.

Su comportamiento no fue otro que el de salir abantos, sueltos de los caballos, regateando los capotes que les mostraban los de brega y los de luces. Comportamiento de mansos sí, pero con la casta de los de antaño. Al cuarto, Castella consiguió hace una faena de toreo actual y Ureña, aunque con menos opciones por las condiciones del quinto, firmó pasajes con su buen concepto.

Castella al natural.

Castella, toreo actual a toros de antaño

Ese fue el mérito de ambos. Toreo actual de Sebastián Castella, de mando, manos bajas, pies quietos, aguante, ligazón, verticalidad, seriedad y hasta profundidad, con un toro como el cuarto, que resultó ser manso de solemnidad, con el que había que estar muy firme, muy seguro, sabiendo bien lo que hacer en cada momento.

La colocación, los terrenos, allá donde el manso quiso, tras los doblados de inicio y las series con la diestra y la zurda que permitieron refrendar a Castella en el año de su reaparición que su decisión no había sido en vano.

Un derechazo del francés.

Fueron una lástima los pinchazos que precedieron a la buena entera, porque no le permitieron cortar el apéndice ganado a fuer de entrega, ganas y gran dosis de torería. Con el primero, el más chico del encierro, el único que se dejó con algo más de clase, se mostró más que aseado con la mácula de la espada.

Ureña, valor y tesón de gran mérito

De gran calado fue igualmente la faena realizada al quinto por Ureña. De menor vuelo, es cierto, porque las condiciones del toro de Cortés fueron peores que las de su hermano cuarto ya descritas, pero con momentos de gran profundidad. Un manso encastado. Dos conceptos aparentemente antagónicos, que en esta ocasión se complementaron para definir el comportamiento del que lidió con poca fortuna su cuadrilla, que pechó con el justo castigo dictado por el palco de las banderillas negras.

Quite a la verónica de Paco Ureña.

Faena de Ureña de mucho mérito, firmeza y disposición. Mérito al sufrir una voltereta de la que salió aparentemente ileso. Y por mantenerse en la cara, pese a que Andaluz intentaba rebañar cuando menos se esperaba el murciano.

La carioca se inventó para los mansos

La tarde no brilló por los del castoreño. Era difícil realizar el tercio de varas, pero para eso Don Miguel Atienza inventó la carioca, -el tapar la salida-, el manejar con destreza el estribo y los ronceles. No está siendo esta Feria de Otoño lucida en general para los piqueros. Y los de negro tampoco se lo pusieron fácil.

Coraje del murciano.

En su primero, Ureña lo intentó pese a las dificultades del Victoriano aprovechando su inercia en la muleta. Faena de buenas intenciones que quedó en eso, tras sufrir un derrote seco y fallar con el acero después de varios pinchazos. No sería perdonable olvidar el quite del murciano en el primero por chicuelinas que tuvo su réplica por tafalleras en el capote de Castella.

Ginés Marín sin lote

No tuvo mejor lote Ginés Marín, que completaba la terna. Manso y deslucido el tercero, que derribó más por sus arreones que por sus intenciones de hacerlo. Un toro que no mejoró en absoluto en la muleta que el extremeño le presentó con decisión para intentar el lucimiento.

Marín, ganas sin lote para el lucimiento.

Con el sexto, con la plaza conmovida por las faenas a sendos mansos encastados, Marín lo intentó sin que hubiera opciones para mucho más que salir airoso del compromiso.

En resumen, tarde de triunfos, sin orejas, con mansos de antaño y faenas en las que Castella, algo más entonado, y Ureña muy dispuesto, recordaron que el toreo es parar, mandar, templar, cargar y ligar.  Y lo hicieron con toros mansos pero encastados, que recordaron aquellos de los siglos XIX y comienzos del XX. Y eso tuvo un gran mérito.

 

Reseña del festejo:

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. 4ª Feria de Otoño. Casi lleno. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (en 4º y 5º lugar) desiguales de presentación y en general mansos, encastados los de Cortés.

Sebastián Castella: Silencio tras aviso y Vuelta tras aviso por petición clamorosa para que la diera.

Paco Ureña: Silencio y Vuelta tras dos avisos por petición clamorosa para que la diera.

Ginés Marín: silencio y silencio. 

 

Cuadrillas:

Destacó en varas Ignacio Rodríguez en el sexto. En la brega: Rafael Viotti y Agustín de Espartinas. En banderillas tuvieron mérito Agustín de Espartinas, Curro Vivas y José Chacón.

 

El cartel de hoy:

5ª de la Feria de Otoño. 18:00 horas.

Toros anunciados de El Pilar para Damián Castaño, Juan Ortega y Pablo Aguado.

Damián Castaño sustituye a Daniel Luque tras su percance sufrido en El Puerto de Santa María.

 

 Feria de Otoño cultural

La sala Bienvenida de la plaza de Las Ventas es el colofón de una serie de trabajos que muestran en una gran exposición la vida y triunfos de quien cumple 25 años de alternativa y despedida de Julián López "El Juli".

La muestra, que podrá visitarse hasta el 12 de octubre, recoger recuerdos, fotos, vestidos de torear y objetos de la vida del torero madrileño.

Vestido de torear de la exposición de "El Juli" en la sala Bienvenida de la Plaza de Las Ventas.