| 08 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Carteles de 'Regreso a Hope Gap' y 'Siempre hay un mañana'.
Carteles de 'Regreso a Hope Gap' y 'Siempre hay un mañana'.

Cine y sofá: dos dramas románticos, uno moderno y un clásico, para San Valentín

Para el fin de semana te recomendamos 'Regreso a Hope Gap', que narra magníficamente la crisis de una familia antes unida, y "Siempre hay un mañana', un apasionante drama romántico clásico.

| Eloy Losada esTendencia

Regreso a Hope Gap

Dr. William Nicholson - 96 min - 2019

'Regreso a Hope Gap', es una película británica de 2019, dirigida por William Nicholson, a quién conocemos por ser el guionista de éxitos como 'Tierras de penumbra', 'Los miserables' y más recientemente 'Trece vidas'. En esta ocasión, se pone tras las cámaras para ofrecernos una historia centrada en una crisis matrimonial, analizando las relaciones familiares y el reto de una pareja ante el supuesto fracaso de su relación.

La historia sigue a un matrimonio en un pequeño pueblo costero cerca de los acantilados de Hope Gap, formado por Grace (Annette Bening), Edward (Bill Night) y su hijo Jamie (Josh O'Connor). Edward, cansado de las continuas discusiones a las que se ve sometido por su pareja, decide, después de 29 años juntos, dejar la relación; para ello, pide a su hijo que vaya a visitarles ese fin de semana y de esta manera hacer el anuncio de la ruptura más fácil para todos.

Annette Benning se come la pantalla y ofrece una interpretación poderosa (en mi opinión, realiza un papel mejor que el de su compañero de reparto) retratando a una mujer que lucha por su pareja pero que, irremediablemente, debe enfrentarse a la pérdida y a la incertidumbre de un futuro sin la persona a la que sigue apegada. Billy Night (su presencia siempre se agradece en una película), realiza un trabajo sobrio y nos muestra a un hombre, en apariencia, harto de lidiar con una relación que ya le asfixia y que ha encontrado, sin buscarlo, una vía de escape con el nombre de otra mujer. Josh O'Connor, interpreta notablemente al hijo, que se siente por un lado confuso, y por otro obligado a enfrentarse a las consecuencias emocionales de la separación de sus padres.

En resumen, estamos hablando de un drama familiar perfectamente construido y con grandes actuaciones. Pueden disfrutarlo en FILMIN, Prime video y acontra+.

 

Siempre hay un mañana (There's Always Tomorrow)

Dr. Douglas Sirk - 84 min - 1956

'Siempre hay un mañana' es un melodrama dirigido por Douglas Sirk -considerado el maestro de este género gracias a títulos como 'Sólo el cielo lo sabe', 'Obsesión', 'Escrito sobre el viento' o 'Imitación a la vida'- que en esta ocasión basándose en la novela homónima de Úrsula Parrott y con un guion adaptado por Bernard C. Schoenfeld, realiza el remake del filme 'There's Always Tomorrow' de Edward Sloman de 1934.

El director Douglas Sirk, un retratista de emociones y conflictos humanos, nos narra una apasionante historia sobre un drama familiar en el que se exploran temas como la insatisfacción en el matrimonio, la ilusión perdida, el amor que surge en cualquier momento y la búsqueda de la felicidad.

Fred Mac Murray se reúne -tras una década desde la maravillosa cinta 'Perdición' de Billy Wilder-con Barbara Stanwyck para encarnar de nuevo a un hombre corriente. Clifford Groves, es un fabricante de juguetes que, a pesar de haber conseguido triunfar profesionalmente y tener una familia aparentemente feliz, se siente desilusionado con su vida personal y atrapado en una deprimente rutina. Sus días, cuando vuelve a casa después del trabajo transcurren acompañados por su fiel esposa Marion (Joan Bennett), interesada más por su vida social y el cuidado de la casa, que en prestar atención a su relación. Por otro lado, no se siente apreciado por sus tres hijos, que viven sumergidos en sus propias preocupaciones.

Es, en esos momentos de monotonía conyugal, cuando aparece Norma Miller (Barbara Stanwick), un antiguo amor de juventud y ahora empresaria de éxito que, al igual que él, también siente que su vida ha perdido el brillo y la emoción que alguna vez tuvo. Clifford, al reencontrarse con ella, comienza a tener la sensación de estar vivo, de sentirse deseado de nuevo y de que la vida le otorga una segunda oportunidad.

Una de las características de 'Siempre hay un mañana' es que la cinta (probablemente por presiones del estudio) fue rodada en blanco y negro a pesar de las quejas de Sirk, que se caracterizó siempre por el uso del color, tal y como había hecho en muchos de sus melodramas. Esta circunstancia pudo ser la causa del poco éxito que tuvo la película en su estreno, pero gracias a una realista fotografía del maestro Russell Metty, el realizador volvió a sus comienzos y dotó a la cinta de una fuerza visual que, con el Technicolor, no hubiese sido posible.

Esta condición y el acierto en la utilización de la balada popular “Blue Moon” en escenas puntuales, consigue crear la atmósfera nostálgica entre ambos protagonistas, necesaria para unir los lazos del pasado que se habían roto. Douglas Sirk consigue, gracias a su experiencia, llegar a un final de esos que, para quienes creen en el amor imposible, dejará huella.

Una fabulosa película que ha sido pionera en su argumento y con la que el espectador va a encontrar similitud a muchas de las cintas románticas más conocidas en los últimos años. La pueden disfrutar en streaming en:

https://cinedeantes2.weebly.com/barbara-stanwyck-2ordm-1952-1970.html