Las encuestas vaticinan un escrutinio de infarto con empate PNV-Bildu

La suerte del País Vasco está echada para la próxima legislatura. Las 2.696 mesas conformadas por 8.085 personas, que llevan desde las 08:00 de la mañana en su puesto, comienzan a realizar el recuento de votos, con los 729 colegios electorales ya cerrados para participar en las elecciones. 1.795.212 vascos con derecho al voto deciden el futuro de los 75 escaños del Parlamento Vasco con sede en Vitoria. 57.726 lo han hecho por correo.

Las tres "puertas" que abrirá el infartante escrutinio del 21A: "susto" o "muerte"

La igualdad es máxima. PNV y Bildu reñirán hasta el último voto en el recuento, aunque una encuesta a pie de urna para ETB da como ganadores de las elecciones a los primeros, que obtendrían el 35,7 por ciento de los votos. Bildu quedaría algo más atrás, con el 32.6 por ciento, pero lo inquietante es que los sufragios que recaudarán ambos partidos entre las tres provincias vascas le otorgan la misma horquilla de escaños: entre 26 y 28. Son unas elecciones de foto-finish.

Suben los dos partidos nacionales predomintantes, PSE-PSOE y PP. A los socialistas le habría apoyado el 14,3 por ciento del electorado, y se manejaría en una horquilla que oscilaría entre los 10 escaños (los que tiene ahora) y los doce. Los populares, mientras, suben poco más de punto y medio (hasta llegar al 8,4) hasta alcanzar los siete escaños. Sumar podría llegar a alcanzar los dos asientos y Vox desaparecería, mientras que Elkarrekin-Podemos se desploma y baja de los seis escaños actuales a 1-2.

Bildu ganaría en dos de las tres provincias

Bildu ganaría en dos de las tres provincias vascas (Álava y Guipuzcoa) mientras que el PNV mostraría su gran fortaleza en Vizcaya. El PSE-PSOE crecería en Vizcaya y Guipuzcoa, mientras que se desinflaría en Álava, localización donde los populares crecerían casi cuatro puntos y obtendrían ese séptimo escaño por el que estaban peleando. 

Así que como estaba previsto, los escenarios que se abren son todos los que se han hablado con anterioridad: un posible pacto de Bildu con el PSOE, un posible acuerdo de PNV con el PSOE y el más inquietante de todos, un pacto PNV-Bildu que deje el País Vasco en manos de nacionalistas con el propósito de avanzar en el autogobierno y, previsiblemente, dejando de lado el derecho a decidir. Pero eso no será esta noche.