Iglesias maniobra en la sombra para ayudar a Otegi y humillar a Yolanda Díaz

El primer aviso, dinamitando la alianza Sumar-Podemos para las elecciones gallegas. El segundo, tumbando el decreto de Trabajo sobre los subsidios. Y el tercero, ya en marcha, con los morados maniobrando para ejercer de agente encubierto de Bildu en las más que próximas urnas en el País Vasco. La tercera fase de la gran venganza de Pablo Iglesias contra su delfín, Yolanda Díaz.

YO-YOLANDA, lastra

 
La cúpula de Podemos en el País Vasco lleva semanas tratando de blindar las negociaciones con Sumar pero el ruido de la guerra civil en Madrid y Galicia ha salpicado de lleno esas conversaciones.

Al punto de que el equipo de la vicepresidenta ha propuesto su propia candidata a lendakari, la desconocida Alba García, frente a la cabeza de cartel que propone el partido de Ione Belarra, Miren Gorrotxategui.

En una situación de práctico empate técnico entre el PNV y los de Otegi, los batasunos pueden recibir de Iglesias el empujón decisivo hacia el Palacio de Ajuria Enea. El triunvirato Puigdemont-Iglesias-Otegi, el verdadero poder fáctico en el sanchismo.

Pero el problema de esta batalla impulsada por iglesias, va más allá ya que pone en riesgo los cerca de seis diputados que podrían obtener los cinco partidos que concurrirían a las elecciones vascas unidos: Podemos, Sumar, Izquierda Unida, Equo y Alianza Verde. Es decir, que si Podemos y Sumar van por separado podrían condenar a todo el conglomerado a no superar el obligado 3% legal para entrar en el futuro Parlamento Vasco.

Iglesias y Puigdemont, los dos políticos que desde su "retiro" mueven los hilos del panorama.

Con una extrapolación de votos de los últimos comicios la cinco marcas a la izquierda del PSE podrían optar a lograr seis escaños y cerca de 83.ooo votos (los 72.ooo de Podemos y los 11.000 de Equo, para un total del 9% de las papeletas). Pero si Podemos vuelve a dar portazo como en Galicia a Yolanda Díaz el gran beneficiado sería Bildu, formación a la que todos los analistas destinan los votos que los morados recibieron en las últimas autonómicas.

Pánico general en el PSOE gallego: Iglesias y Puigdemont le revientan la campaña

Es más, fuentes de Sumar reconocen que es más que posible que la cúpula podemita -o al menos Iglesias- reclame el voto para Bildu, como en Galicia está haciendo con el BNG.

Y en una situación de práctico empate técnico entre el PNV y los de Otegi -en las últimas municipales les separaron apenas 20.000 votos a favor de los de Urkullu-, los batasunos recibirían de Iglesias el empujón decisivo hacia el Palacio de Ajuria Enea. Un nuevo éxito del triunvirato Puigdemont-Iglesias-Otegi, el verdadero poder fáctico en el sanchismo.