| 13 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Puigdemont, sonriente, en un pleno del Parlamento Europeo.
Puigdemont, sonriente, en un pleno del Parlamento Europeo.

Diplomáticos plantan cara: el cortejo a Puigdemont dinamita el crédito de España

En estos últimos cinco años persiguiendo al líder de Junts han colaborado decenas de jueces, fiscales, funcionarios, policías y espías. Todo un colosal esfuerzo internacional al garete.

| Javier Ruiz de Vergara España

"Han sido cuatro años frenéticos, de levantar teléfonos, mover los hilos, tirar de amistades personales y 'meter' muchas horas de conversaciones con embajadarores, cónsules y diplomáticos de todo el mundo. Era imprescindible para desmontar el aparato de propaganda y bulos del independentismo".

Este es el resumen de un asesor del entonces ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, sobre la ingente labor diplomática realizada por España en todo el planeta para desacreditar a Carles Puigdemont y su procés.

No solamente los diplomáticos españoles se han visto las caras con sus contrapartes alemanas, francesas, italianas, suizas, danesas o belgas -entre otras-. Han sido decenas de jueces, con Pablo Llarena a la cabeza, de fiscales, de funcionarios de Justicia y Exteriores, de policías y guardias civiles y, con un papel bien relevante, de agentes del CNI

Primero para evitar apoyos y reconocimientos a su Cataluña independiente. Después, mucho más trabajoso aún, para explicar que Puigdemont no era un exiliado ni un represaliado por el "Estado español" sino un delincuente, un golpista y un huido del Tribunal Supremo.

 

No solamente los diplomáticos españoles se han visto las caras con sus contrapartes alemanas, francesas, italianas, suizas, danesas o belgas -entre otras-. Han sido decenas de jueces, con Pablo Llarena a la cabeza, de fiscales, de funcionarios de Justicia y Exteriores, de policías y guardias civiles y, con un papel bien relevante, de agentes del CNI los que han mantenido centenares de reuniones e intercambio de papeles para lograr la detención y entrega de Puigdemont.

"Todo esto es ahora muy surrealista", se lamenta en ESdiario otro veterano diplomático destinado durante décadas en la misión diplomática española en la UE. "En Bruselas van a alucinar si Puigdemont acaba siendo el pilar del presidente de turno de Europa", ironiza.

 

Puigdemont abandonando la prisión alemana en la que estuvo encercelado en abril de 2018.

 

Lo cierto es que son varios los diplomáticos consultados por este diario -con puestos de responsabilidad tanto en administraciones socialistas como populares- que coinciden en alertar de que ese protagonismo de Puigdemont puede acabar hundiendo la imagen exterior de España. Que en boca de todos ellos, tampoco es muy boyante que se diga.

 

Recuerdan en Exteriores que cuando el referente de Junts fue detenido en Alemania o ha desafiado a la Justicia viajando fuera de Waterloo -a Dinamarca, Suiza o Córcega-, el Gobierno ha contactado con sus homólogos para recordar la condición de prófugo de Puigdemont. "¿Qué van a pensar en esas capitales cuando vean que ese mismo Gobierno negocia con él?", se pregunta uno de los diplomáticos consultados.

Como informó ESdiario, los primeros pasos de la presidencia de turno de Pedro Sánchez han provocado ciertos recelos en Bruselas. Que Puigdemont vaya a ser el vicepresidente in pectore del Estado que le persigue comienza a generar directamente... estupefacción.