Armengol neutraliza a los letrados del Congreso y coloca de jefe un afín al PSOE

Con un Tribunal Constitucional reconfigurado a dedo con su mayoría progresista, Moncloa ha neutralizado también el último obstáculo jurídico que restaba ante la inminente tramitación de la ley de amnistía. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha puesto a un antiguo alto cargo del Gobierno de Pedro Sánchez al frente de los Servicios Jurídicos de las Cortes Generales.

La Mesa del Congreso ha aprobado el nombramiento del nuevo secretario general de la Cámara Baja, Fernando Galindo, pero a diferencia de anteriores ocasiones no ha sido por unanimidad, sino que el PP ha votado en contra al considerar que se trata de una persona próxima al PSOE que procede del Gobierno.

La Secretaría General, bajo la superior autoridad de la presidenta y de la Mesa, engloba los distintos servicios administrativos y técnicos de la Cámara desempeñados por funcionarios y constituye la Administración del Congreso de los Diputados. Ofrece asistencia, apoyo y asesoramiento jurídico, técnico y administrativo de los órganos de la Cámara, a través de los funcionarios que la integran.

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Al puesto de secretario general del Congreso, que conlleva ser letrado mayor de las Cortes Generales, sólo pueden aspirar letrados con al menos cinco años de servicio activo y Galindo cumple esos requisitos ya que pertenece al Cuerpo de Letrados desde hace 13 años y ha ejercido como director de Relaciones Internacionales, de Comisiones de la Secretaría General del Congreso de los Diputados y director en funciones de la Oficina de Conflicto de Intereses.

Puerta giratoria

Pero en 2021 fue nombrado director general de Cooperación Autonómica y Local en el Ministerio de Política Territorial y dos años después Isabel Rodríguez le ascendió a subsecretario del Ministerio, donde cesó el pasado martes.

En Política Territorial desarrolló funciones técnicas con las comunidades y una de sus tareas fue coordinar la transferencia de Costas al Gobierno balear de Francina Almengol, que ahora como presidenta del Congreso le ha elegido sin consenso con la oposición para la jefatura de los servicios jurídicos y administrativos de la Cámara.

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Y es esa labor en el Gobierno y con el PSOE lo que ha alegado el PP para votar en contra, pese a que este tipo de nombramientos suelen aprobarse por unanimidad o, como máximo, con alguna abstención.

Licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III de Madrid, Fernando Galindo pertenece al cuerpo de Letrados de las Cortes Generales desde 2010. El nuevo secretario general sucede a Carlos Gutiérrez Vicén, que ya había anunciado hace meses su deseo de ser relevado tras casi diez años en el cargo, con dos presidentes del PP y dos del PSOE.

Su último servicio fue el acto de juramento de la Princesa de Asturias y ahora, como alto funcionario, se adscribirá a alguna comisión parlamentaria de la Cámara.