Mas recurre a una última bala a la desesperada para convencer a la CUP

El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, sobrepasó este jueves todos los límites de la dignidad política con tal de seguir aferrado al sillón de mando... siquiera unos meses más. Después de intentarlo todo para convencer a la CUP, este jueves recurrió a la desesperada con una última bala: ofreció a los de Antonio Baños investirle en el cargo y a los diez meses someterse a una cuestión de confianza en el Parlament que dé a la CUP la oportunidad de cesarle en el cargo.

"Si el Govern no supera la cuestión de confianza, hay que investir otro presidente de la Generalitat: automáticamente el presidente cesa", explicó ante el pleno del Parlament, donde este jueves se celebra la segunda votación de la investidura. Mas también oficializó a la CUP su oferta de ceder poder en tres macroconsejerías: una encargada de los asuntos sociales, otra de economía y empleo, y otra sobre relaciones internacionales: "Es un intento de aproximación".

Antes, defendió que a Cataluña le conviene "un gobierno definitivo sin tardar demasiado". A su juicio no tiene sentido que la Cámara haya empezado a trabajar --en referencia a la aprobación de la resolución soberanista-- pero no pueda trabajar "a pleno rendimiento".

A pesar de las súplicas, el líder de la CUP en el Parlament, Antonio Baños, anunció su ´no´ a la votación de la investidura de Mas.

Mucho más críticos fueron el líder del PP, Xavier García Albiol, y la de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

En su intervención en el pleno de investidura del Parlament, Albiol acusó a Mas de "devaluar la Presidencia hasta convertirla en simbólica", después de ofrecer a la CUP repartir el poder en tres vicepresidencias y poderle cesar en diez meses.
"¿Hasta qué punto está dispuesto a regatear el valor de la Presidencia de la Generalitat para vaciarla de contenido?", le ha preguntado Albiol a Mas, a quien acusó de querer llegar a un acuerdo a la desesperada con un partido antisistema cuando hasta ahora era el líder del partido del sistema.

Por su parte, Arrimadas advirtió a Mas que ve "estupendo" que quiera "ser un mártir", pero le pidió que deje "tranquilos" a los funcionarios y a los ciudadanos. Además, le acusó de querer ser presidente con un "engaño" y le avisó que ni los suyos se lo perdonarán.