Feijóo "ningunea" el pacto de Sánchez y busca noquearle con las gallegas

La última palabra sobre cuando se celebrarán las elecciones en Galicia la tendrá el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda -es lo que repite la dirección nacional- pero a nadie se le escapa que la fecha dependerá de si Sánchez recibe o no el placet de Carles Puigdemont para seguir siendo el inquilino del Palacio de la Moncloa.

La idea de Génova 13: utilizar los privilegios que Sánchez va a conceder a catalanes y vascos para ir a unos comicios gallegos con un discurso en "clave nacional cuando todavía estén frescas en la memoria" las cesiones del líder del PSOE en su investidura

En ese caso -que Pedro Sánchez ceda al chantaje de los independentistas y sea investido presidente -el máximo responsable de la autonomía gallega- valoraría adelantar los comicios a los primeros meses de 2024, rompiendo así la tradición que hacía coincidir vascas y catalanas. A más tardar, se tendrían que celebrar en julio de ese año.

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El objetivo: utilizar los privilegios que Sánchez va a conceder a catalanes y vascos -en detrimento de la igualdad de los gallegos- para ir a esos comicios con un discurso en "clave nacional cuando todavía estén frescas en la memoria", las cesiones del líder del PSOE en su investidura, según explican a ESdiario dirigentes muy próximos a Alfonso Rueda.

De hecho, el Gobierno de la Xunta ya ha aprobado y remitido al Parlamento de Galicia unos presupuestos que contienen medidas tan importantes como dar un bono de 5.000 euros para que personas dependientes puedan ser atendidas en casa o bajadas importantes de impuestos. Del primero al último de los dirigentes gallegos ya están "vendiendo" estas medidas por toda la comunidad.

Feijoó saluda al presidente de Galicia, Alfonso Rueda, en un desayuno informativo.

Una mayoría absoluta que tendría además un importantísimo valor simbólico porque es la tierra de Núñez Feijóo, donde consiguió sus cuatro mayorías y donde se volcará para que su sucesor revalide la quinta.

Y una mayoría que cobraría una vital importancia en este momento crítico para España al bloquear la posibilidad de que los nacionalistas del BNG tengan alguna opción de llegar al Pazo de Raxoi -sede de la Xunta- de la mano del PSdeG.

En clave estratégica, la coincidencia de las elecciones gallegas y vascas podría no ser lo más conveniente en estos momentos. El líder del PP aspira a crecer en el País Vasco y para eso necesita la complicidad de los empresarios y disputar al PNV parte del voto del centro-derecha.

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Se trataría de evitar que "chirríen" los discursos en Galicia y en País Vasco, lo que podría ocurrir si las elecciones se celebran en la misma fecha. El PP confía en que un buen resultado de los populares vascos sea el principio de un cambio de alianzas del PNV a medio plazo. 

Feijóo, protagonista este miércoles de un acto en Barcelona. En la imagen junto a Monserrat, Montilla y Sirera.

También hay que tener en cuenta que otra variable que se baraja en los cuarteles generales de todos los partidos de cara al 2024: que él 9 de junio se celebran elecciones europeas. Unos meses después, en febrero del 2025, la legislatura catalana llegaría a su fin y Alberto Núñez Feijóo está cuidando desde ya ese flanco.

En clave estratégica, la coincidencia de las elecciones gallegas y vascas podría no ser lo más conveniente en estos momentos. El líder del PP aspira a crecer en el País Vasco y para eso necesita disputar al PNV parte del voto del centro-derecha

Este mismo miércoles ha vuelto a Barcelona donde -sin dejar de criticar con dureza las cesiones de Sánchez- ha abogado "por normalizar las relaciones con el nacionalismo catalán" pensando ha dicho "en el bienestar de los catalanes" pero sin duda también en mejorar sus resultados en Cataluña. Vencer la resistencia del líder del PP, Alejandro Fernández a dar un paso al lado, es prioritario.

Pero al fin y a la postre todo va a depender de hacía donde incline el pulgar el fugado de Waterloo. Un pulgar que puede convertir en papel mojado el pacto del "querido Pedro" y la más "querida Yolanda".