| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Moncloa, fábrica de noticias y bulos
Moncloa, fábrica de noticias y bulos

La fábrica de mentiras de Moncloa, a toda máquina: dos bulos gigantescos en 24 h

Es un intento a la desesperada de desviar el foco del caso Koldo, el Gobierno ha alumbrado dos nuevos bulos a cuál más grande y fantasioso: uno con las mascarillas y otro con la amnistía

| Benjamín López España

La máquina de mentiras de la Moncloa corre un serio riesgo de griparse. Funciona sin descanso desde hace días, a pleno rendimiento, de tal manera que ha alumbrado dos nuevos bulos a cuál más grande y fantasioso. Es un intento a la desesperada de desviar el foco del caso Koldo, la trama de corrupción descubierta en el corazón del Gobierno. Hay que salvar a Pedro Sánchez como sea.

El primero de los bulos ha llegado a raíz del caso Koldo. Con el exministro José Luis Abalos en rebeldía, la presidenta del Congreso, Francina Armengol contra las cuerdas, varios ministros más señalados y hasta la espía de Pedro Sánchez en el punto de mira, la situación se ha vuelto desesperada para el Gobierno.

Tanto es así que desde el PSOE se ha aprovechado una grabación policial a Koldo García para montar un bulo de primera división. El ‘hombre para todo’ de Ábalos, consciente de que los investigadores le estaban grabando sus conversaciones, aprovechó para hablar de unas reuniones que jamás existieron con Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, y un tal 'Alberto'.

Esos encuentros no se produjeron nunca, tal y como reconocen los propios informes policiales. Los agentes que seguían a Koldo las 24 horas, siete días a la semana, constataron que esos encuentros anunciados con dirigentes del PP no se produjeron.

Pero eso al Gobierno le da exactamente igual. A sabiendas de que es mentira, la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, salió a la palestra para afirmar que “el PP tiene que dar explicaciones de por qué el señor Tellado aparece en el sumario como el que iba a hacer una reunión con algunas personas de la trama”. Y la portavoz del PSOE, Esther Peña, remató la invención asegurando que hay "dos verdades irrefutables” en este caso: una es que “Tellado aparece dos veces en el sumario” y la otra que “la trama quería que decayera la reclamación” sobre las mascarillas ‘fake’ que compró Armengol por 3,7 millones de euros, que el PSOE reclamó el dinero y que al final se perdió por “una intermediación con personas del PP”. No cabe mayor cinismo.

 

No son las únicas manifestaciones de este tipo, claro. El ministro Bolaños ha repetido la misma cantinela en público, lo mismo que la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, el portavoz en el Congreso, Patxi López y decenas de diputados, senadores y dirigentes socialistas allá donde han tenido ocasión de hacerlo, ya sea en ruedas de prensa o en sus redes sociales. Difama que algo queda.

El bulo de la amnistía y la Comisión de Venecia

El segundo bulo ha sido, si cabe, más burdo y dañino. El PSOE filtró en la noche del viernes pasado a sus medios afines el borrador de la Comisión de Venecia sobre la ley de amnistía haciéndolo pasar por el informe definitivo, que se emitirá a mediados de marzo. Además, acompañó el borrador de su propia interpretación: la Comisión avala la ley de amnistía porque es es “impecable” y “positiva”, es también ”una herramienta para la reconciliación” y “cumple con los estándares internacionales”, como dijo el ministro Bolaños en la red social X. Muchos de esos medios se hicieron eco de manera inmediata del bulo y de la interpretación del PSOE, incluyendo la televisión pública TVE.

 

La realidad, leído ese borrador, es que la Comisión de Venecia pone muchos y muy graves pegas a la ley de amnistía. Algunas de las más significativos son estas: una ley de ese calado no debería hacerse sin un consenso social y político mayor; no es recomendable hacerla por la vía de urgencia y requiere una reforma constitucional, y no debe estar redactada para beneficiar a personas concretas.

Saben que mienten, pero les da igual. Aplican esa máxima de “no dejes que la realidad te estropee un buen titular”. La desesperación de verse acorralados por la corrupción les debilita aún más y les vuelve mucho más peligrosos.