Rajoy hará una última llamada a Sánchez y en el PP crece el temor a Rivera

El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha confirmado que el presidente Mariano Rajoy tiene intención de llamar al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pero cuando se cierre el acuerdo con Ciudadanos -si lo hay- para informarle de su contenido y tratar de convencerle de que facilite la investidura. 

El dirigente del PP ha indicado que, si se cierra un acuerdo de investidura con Ciudadanos, será cuando Rajoy llame a Pedro Sánchez para informarle del contenido del pacto y tratar de convencerle. 

La idea del PP es que, si hay un acuerdo con Ciudadanos y CC que asegure a Mariano Rajoy un apoyo de 170 diputados, en torno al 48,5% de la Cámara, Pedro Sánchez acabe por "recapacitar" y facilite "las abstenciones necesarias" para la investidura. 

Maíllo ha recordado las palabras del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vera, cuando dijo que "a ver quién es el guapo" que bloquea el Gobierno frente a 170 votos. "Es un argumento para que Sánchez no obstaculice la formación del Gobierno y para que el PSOE vuelva a ser un partido de Estado", ha explicado.

Pero esa es la versión oficial, de puertas para fuera. De puertas adentro en Génova 13, e incluso en La Moncloa, la sensación es de que los "numeritos" de Ciudadanos -como el de Juan Carlos Girauta el pasado miércoles- están encaminados a justificar lo que al final va a ser un "no" a la investidura de Rajoy. 

En el PP están convencidos de que esta posibilidad es más que posible y critican en privado la postura de Albert Rivera de quien dicen que no está encajando bien las críticas que está recibiendo respecto de la polémica interpretación del primer punto del acuerdo anticorrupción firmado por ambos partidos. En ese apartado se garantiza apartar a “cualquier cargo público imputado por corrupción”, algo que sería matizado días después limitándolo a los cargos con responsabilidad estatal: Congreso, Senado y los miembros del Gobierno.

"A Ciudadanos le cuesta muchísimo aceptar  las críticas y ahora están teniendo muchas con esa bajada de listón sobre los casos de corrupción de la que le acusan tanto PSOE como Podemos y la propia opinión pública", fuentes acreditadas de los populares añaden además que: “lo que les ha pasado (a Ciudadanos) es responsabilidad del propio Rivera por centrar toda su campaña electoral en hablar de corrupción".

Aunque se sigue hablando de progresos, lo cierto que tan sólo parece haber acuerdo en materia económica y el otro gran frente abierto, el de la regeneración de las instituciones, separa y mucho a ambos partidos. Lo dicho, en el PP son muchas las voces que piensan en el "no" de última hora de los naranjas. Es verdad que este viernes se han producido avances, sí, pero esto son insuficientes. Antes se hablaba de escollos y ahora de "algunos flecos" pendientes, pero en Génova siguen sin fiarse ni un pelo de Albert Rivera. Como muestra, recuerdan lo poco que costó llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez.