| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Aitor Esteban y los diputados del PNV, este miércoles en el Congreso.
Aitor Esteban y los diputados del PNV, este miércoles en el Congreso.

Nervios en el PP: la ambigüedad del PNV da alas a Sánchez y hace temer lo peor

Hasta última hora, los cinco diputados de Urkullu no van a tomar una decisión pero en el debate abierto en la ejecutiva peneuvista en Bilbao cobra fuerza el apoyo a la moción.

| J.R.V España

Los pasillos y el patio del Congreso de los Diputados son este miércoles un hervidero. Y aunque los diputados de todos los grupos opinan sobre el desenlace de la votación del próximo viernes, los mismos parlamentarios reconocen que no tienen información fiable del estado de las negociaciones abiertas por Pedro Sánchez y José Luis Ábalos con el resto de los grupos.

Así, mientras los periodistas están recibiendo más consigna partidista que información contrastada, todos los ojos están puestos en las últimas horas en los cinco diputados del PNV. "No news", ha ironizado su portavoz, Aitor Esteban, literalmente asaltado por los micrófonos a su llegada a la sesión de control al Gobierno.

Y es que la única pista que los vascos iban a facilitar este miércoles se desvaneció a primera hora. Esteban retiró la pregunta que iba a formular a Mariano Rajoy para quitarse del foco, mientras el Euskadi Buru Batzar -la ejecutiva del PNV- debate que hacer dentro de cuarenta y ocho horas.

Sin embargo, tanto en el entorno del presidente del Gobierno como en la cúpula del PP se ha admitido cierta preocupación ante la falta de respuesta que el PNV ha dado a los populares por los "conductos habituales".  La inminente derogación del 155  y un supuesto compromiso de Pedro Sánchez con Andoni Ortuzar para impulsar una reforma del Estatuto de Gernica, hacen mucho más digerible el voto favorable a la moción de censura. Cabe recordar que el PNV gobierna en el País Vasco en coalición con el PSE.

El PSOE, además, se ha comprometido a respetar los acuerdos presupuestarios entre Rajoy y Urkullu, y el PNV no quiere desmarcarse de los nacionalistas catalanes y aparecer como el único "salvador" de Rajoy. Lo que sucede por contra es que la cúpula peneuvista en Bilbao recela de unas elecciones anticipadas que fortalezcan a Albert Rivera, el enemigo público número uno del PNV en la actualidad por su rechazo frontal al Cupo Vasco, que califica de "cuponazo".

Pero la irrupción este martes de Pablo Iglesias, anunciando una nueva moción instrumental para desalojar al Gobierno y llamar a las urnas -con muchas probabilidades de éxito- han avivado el debate en la dirección de los nacionalistas vascos. Piensan ahora que si Rajoy va a salir de La Moncloa de todas formas, lo más práctico es apoyar la moción de Sánchez.

En La Moncloa crece la preocupación mientras Podemos y Cs creen que los cinco diputados vascos recibirán la orden de votar a la moción de Sánchez. Rajoy recibirá la llamada de cortesía del lendakari -su mejor aliado en lo que va de legislatura- en la que le comunicará la decisión final.

Nadie sabe lo que sucederá. Y como ocurrió la pasada semana con los Presupuestos Generales, el EBB volverá a reunirse el jueves tras oír a Sánchez para decidir si la fumata es blanca o negra.