Las víctimas plantan al Gobierno por pactar con "los herederos de ETA"

Las principales asociaciones de víctimas de ETA no estarán este domingo en el homenaje anual que el Congreso rinde cada 27 de junio. La razón no es otra que la presencia de Bildu en la Cámara, lo que supone para ellas la "normalización" de la formación heredera de la antigua Batasuna y sus vinculaciones con los terroristas, además de la política penitenciaria desplegada por Fernando Grande Marlaska, que ha permitido acercar al País Vasco a la mayoría de presos de la banda.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ya se ausentó el pasado año y recuerda que venía participando en este acto por ser el único de carácter institucional en el que se homenajea a todo el colectivo que representan.

El TSJ de Madrid obliga a Marlaska a explicar por qué acercó a dos etarras

 "Este respeto que tenemos a todas las víctimas del terrorismo ha imperado siempre a pesar del desacuerdo y enfado que nos genera la presencia de los herederos del brazo institucional de ETA en nuestras instituciones", explicó su presidenta Maite Araluce.

Sin embargo, la AVT sostiene que el Gobierno -que está presente en el acto pero no lo organiza- "ha traspasado una serie de líneas rojas" que, como en 2020, les "impiden poder asistir". La principal, explican, es el "protagonismo político y reconocimiento que el Gobierno y los partidos que forman parte de él, se ha dado a los herederos del brazo político de ETA, sobre los que la AVT ha presentado cientos de indicios para su ilegalización".

"Son uno de los socios preferentes de Sánchez, que no ha dudado en cambiar presos por apoyo", denuncia la asociación que señala como otro de los motivos para su 'plante' que el Gobierno "ha dado por derogada la política de dispersión" con sus semanales acercamientos de presos etarras que viven como "una humillación a las víctimas".

Manifestación fuera del Congreso

Aunque no estarán dentro del hemiciclo, volverán a concentrarse frente al Congreso para rendir a las víctimas su propio tributo, un acto al que se ha sumado la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT).

Tampoco acudirá el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) que nunca se ha sumado a este evento que se viene celebrando desde 2010 alegando que "homenajear a las víctimas del terrorismo en una institución en la que tienen representación partidos políticos que justifican la existencia de ETA y que no condenan la violencia terrorista es un ejercicio de cinismo".

"Mientras EH Bildu siga presente en las instituciones democráticas ante la mirada impasible de la mayoría de fuerzas políticas, Covite seguirá sin asistir a cualquier acto de homenaje a las víctimas del terrorismo organizado en esas instituciones", sostiene su presidenta, Consuelo Ordóñez.

El diputado de Bildu, Jon Iñarritu, durante el acto de 2020

Y es que, ese cinismo lo ejercitará como nunca la formación abertzale que ha confirmado su presencia en el acto, por tercer año consecutivo. Bildu, representado por su diputado Jon Iñarritu, asistió por primera vez a esta ceremonia en memoria de las víctimas del terrorismo en 2019, y repitió en 2020, año en el que el Congreso decidió mantener este acto porque tuvo lugar poco después de levantarte el primer estado de alarma.

Por su parte, Vox ha confirmado su ausencia en el acto del Congreso por la presencia de Bildu en el mismo y también para mostrar su rechazo al trato que el Gobierno de Pedro Sánchez da a la coalición abertzale y a su política de acercamiento de los presos de ETA a sus lugares de origen.

Aunque no estarán en el hemiciclo, varios diputados de Vox sí se acercarán a la concentración que en las inmediaciones de la Cámara han convocado a la misma hora representantes de las asociaciones de víctimas para mostrar su rechazo a los pactos de Sánchez. 

Marlaska denunciado por los acercamientos

A este plantón hay que sumarle la ofensiva judicial lanzada por la asociación Dignidad y Justicia, encabezada por Daniel Portero, hijo del ex fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero, asesinado por ETA el 9 de octubre del año 2000.

Portero denunció ante la Justicia los privilegios penitenciarios de los asesinos de su padre -Harriet Iragui Gurruchaga y Juan Antonio Olarra Guridi- y, tal y como ha relatado ESdiario, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha instado al Ministerio que dirige Marlaska para que aporte la documentación correspondiente a la progresión a segundo grado y el traslado de ambos presos, acordados en dos resoluciones de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Desde que el ex magistrado Fernando Grande-Marlaska, histórico juez duro de la Audiencia Nacional comprometido en la lucha antiterrorista, asumió la cartera de Interior, casi un centenar de etarras se han visto beneficiados por la política penitenciaria del Gobierno pese a los informes en contra de las cárceles.