| 02 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El ex ministro de Consumo y ex líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
El ex ministro de Consumo y ex líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

Alberto Garzón renuncia al lobby tras hacer el ridículo y quedar retratado

El ex ministro de Consumo y antiguo líder de IU ha emitido un comunicado anunciando esta decisión motivada por la ola de críticas que ha recibido desde todos lados, "amigos" y enemigos.

| Raúl Puente España

Ni 24 horas ha tardado Alberto Garzón en dar marcha atrás tras conocerse su fichaje por Acento, la consultora dirigida por los ex ministros Alfonso Alonso (PP) y José Blanco (PSOE). La noticia de la incorporación del también ex ministro de Consumo y hasta diciembre líder de Izquierda Unida al lobby agitó la última hora de la tarde de este martes, con una ola de reacciones negativas hacia la decisión de un Garzón que siempre se ha erigido como un ferviente crítico de las llamadas "puertas giratorias".

De hecho, tal y como hemos contado en ESdiario, la hemeroteca es muchas veces enemiga de los políticos por cosas como esta. Hay que recordar que una puerta giratoria en política es cuando una persona que ha ocupado algún cargo público sale de la cartera y consigue un puesto directivo en el sector privado. Caso que coincide con el de Garzón y que no hubiera sido tan llamativo si precisamente no hubiera criticado en tantas ocasiones este tipo de movimiento.

Ante este tsunami de reproches, tanto de "amigos" como Podemos (Pablo Iglesias fue uno de ellos), Izquierda Unida y Sumar como de enemigos, Garzón ha decidido renunciar a su puesto en Acento. Y lo ha hecho, como suele ser costumbre estos días, a través de un extenso comunicado en sus redes sociales en el que explica los motivos por los que toma esta decisión.

Precisamente, al inicio del comunicado, apunta a ese revuelo creado especialmente en el panorama de la izquierda política, con las reacciones negativas de los partidos a los que ha pertenecido. De hecho ha formado parte de los tres durante algún momento de su carrera y afirma que fueron varios los dirigentes políticos los que le dijeron que la noticia afectaría negativamente a las organizaciones de este espectro político.

"Ante esta incomprensión y antes de llegar a un punto en el que pueda hacer daño al espacio político por el que tanto he trabajado, anuncio con este mensaje que he renunciado a incorporarme a ACENTO tal y como tenía previsto”, explica Garzón, asegurando que no quiere que una decisión personal suya “perjudique a mis antiguos compañeros y compañeras de militancia en su necesaria misión de lograr el mejor resultado posible en las futuras convocatorias electorales”.

 

Mensaje para la izquierda

Tras defender que su decisión es la correcta, el ex de IU lanza un mensaje a sus compañeros de izquierdas, a los que invita a reflexionar sobre cómo tratan a los hombres y mujeres que han dedicado gran parte de su vida a los proyectos colectivos.

La izquierda en la que yo creo es menos prejuiciosa e inquisitorial, es más heterodoxa y humana y, sobre todo, tiene una concepción del Estado y de la política donde lo importante no es el lucimiento personal en términos de pureza izquierdista sino tener más influencia en todos los espacios posibles.

Para acabar, Garzón intenta explicar la función que iba a desempeñar en ACENTO para defenderse precisamente de esas críticas e intentar abrir de alguna manera los ojos a sus muchos críticos: “Asesorar a entidades de la sociedad civil en materias como la ecología, la economía, los retos del futuro y el análisis políticos y legislativo”.

Alberto Garzón celebra con sus compañeros de Sumar el resultado de las elecciones.

Para acabar reconoce que hay cierta frustración en sus palabras por el trato recibido por los que considera todavía sus compañeros y por el estado de la izquierda actual: “Duele que tras tantos años dejándome la salud por un proyecto colectivo y empleando tantas horas en agotadoras disputas internas, sienta que las dinámicas tóxicas que nunca compartí todavía me persigan incluso ahora que estoy fuera de la política formal”.

Si algo he aprendido es que la política es una trituradora de personas. La izquierda en la que yo creo no debería reproducir esas prácticas que expulsan a más gente de la que integran