El liderazgo de Pedro Sánchez se desmorona entre deserciones y guerras internas

Si Pedro Sánchez pensaba que el pasado martes, cuando reconoció su fracaso en su intento de lograr la investidura, iba a ser su día mas negro al frente del PSOE, estaba equivocado. La guerra interna y las deserciones se multiplican una vez que muchos socialistas han constatado que el efímero liderazgo de Sánchez se desmorona minuto a minuto.

El barco del puño y la rosa naufraga y, quién más quién menos, o busca un lugar en el nuevo PSOE o, simplemente, busca su futuro fuera de la política. Sánchez sufrió este jueves dos bajas notables que desconocía hasta unas horas antes de hacerse públicas, la de Carmen Chacón -anunciada en exclusiva por ESdiario- y la de Irene Lozano, uno de sus fichajes estrella hace apenas cuatro meses. La de Chacón, además, llega acompañada de insinuados reproches y de una guerra abierta en el PSC que puede ser determinante para el resultado de los socialistas el 26 de junio.

Chacón alega "motivos políticos" que no aclara, habló con Zapatero hace un mes y con Sánchez, a última hora

Un escalofrío recorre la sede socialista de Ferraz tras la decisión de Carmen Chacón de renunciar a la candidatura del PSC por Barcelona y de abandonar la vida política, tal como adelantó este miércoles ESdiario. Pero la salida de Chacón, que este jueves justificó su decisión por "motivos políticos",  saca a la luz una guerra abierta en el socialismo catalán que puede lastrar las aspiraciones electorales de Pedro Sánchez y convertir al PSOE en la tercera fuerza política, víctima del sorpasso de la previsible coalición entre Podemos e IU.

La salida de Chacón, que ha sido cabeza de lista del PSC tres veces consecutivas, culmina el desplome del antes todopoderoso socialismo catalán. Sirvan tres datos, los tres logros de la ex ministra de Defensa. En 2008, los 25 diputados catalanes llevaron en volandas a José Luis Rodríguez Zapatero al Palacio de La Moncloa. En 2011, los 25 se convirtieron en 14 y contribuyeron a la contundente derrota de Alfredo Perez Rubalcaba. Y en las pasadas elecciones del 20-D  Chacón tocó suelo con ocho diputados. 

Un sector del PSC acusa a Chacón, tan cercana a Zapatero como alejada de Pedro Sánchez, de haber purgado sus listas para  colocar a sus afines. Excluyó de la candidatura al ex primer secretario del PSC, Pere Navarro, e impuso a sus fieles, entre ellos José Zaragoza y German Rodríguez, su ex director de Comunicación en el Ministerio de Defensa. Por eso, ante la repetición de las elecciones, los críticos habían reclamado primarias e impulsado un candidato alternativo a Chacón, Carles Martí, ex senador.

Encuestas demoledoras

Sin embargo, la guerra en el PSC llega en el peor momento para Pedro Sánchez. Según todas las encuestas, En Comú Podem, la plataforma auspiciada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colaú, crecería y  según algunos sondeos internos del PSOE, el PSC volvería a caer. Si los de Colau engordan la bancada de Podemos, la amenaza de sorpasso se hace real para Sánchez.

El otro frente del cuestionado líder socialista sigue siendo la lista de Madrid. Su número dos, Meritxel Batet, esta destinada a ocupar el vacío que deja Chacón. Una oportunidad para que Eduardo Madina escale posiciones y garantice su presencia en el próximo Congreso. Sin embargo, Sánchez aseguró este jueves que su intención es que la lista siga igual, y lo hizo cuatro horas antes de que, vía twitter, Irene Lozano, la número cuatro de la candidatura, anunciara su espantada.

Lozano renuncia a ir en las listas del partido en las elecciones generales del próximo 26 de junio. Fichaje personal del líder socialista para las elecciones del 20-D había sido la anterior legislatura diputada de UPyD. Su incorporación, junto a la comandante Zaida Cantera, postergó a históricos y destacados dirigentes socialistas, entre ellos Eduardo Madina. Sánchez provocó un enorme malestar en el socialismo madrileño y en el nacional con la imposición del nombre de Lozano, quién asegura ahora que  emprende nuevos "proyectos profesionales". La dirección socialista atribuye esta nueva salida a "motivos personales". La nueva batalla de Sánchez se llama Eduardo Madina , una batalla que puede convertirse en la guerra.