Dos nuevos datos descolocan y bloquean a la Guardia Civil en el caso Diana Quer

Las autoridades manifiestan en público la idea de que la resolución del caso de la desaparición de la joven Diana Quer está muy próxima. ¿Es un deseo fundamentado?, según algunas fuentes consultadas por ESdiario la respuestas a esta pregunta desgraciadamente sería negativa. Porque la situación actual de la investigación parece encontrarse más bien en un callejón sin salida por algunas pistas que estaban en avanzado estudio y que ahora se dudan de su veracidad. 

En este sentido, según las mismas fuentes consultadas, entre los investigadores de la Guardia Civil existe cierto desconcierto. Y es que los investigadores empiezan a tomar cada vez más en serio la hipótesis la posibilidad de que una lista de personas de las que sospechan no hayan aportado todos los datos que realmente saben. De esta forma, entre tres y seis hombres vinculados con el entorno de Boiro, relacionados con el mundo del trapicheo y que podrían tener alguna conexión con el caso, habrían dado datos erróneos a los agentes encargados del caso. Unos datos que habrían desviado de la pista real a la Guardia Civil.

Según las fuentes consultadas por ESdiario, la Guardia Civil ya trabaja un "plan b" para desenmascarar estos embustes y prepara ante el nuevo juez del caso una batería de imputaciones por el delito de obstrucción a la Justicia.

Pero este gran inconveniente no es el único que tiene perplejos a los agentes de la Guardia Civil. La investigación siempre había dado por hecho que el captor o los captores de Diana no eran delincuentes profesionales. Una hipótesis que ahora no descartan gracias a los datos aportados por el gps del móvil de la joven madrileña. De ellos se desprende que quienes iban en el vehículo utilizaron rutas alternativas a las habituales por la zona. En el circuito seguido por el automóvil en el que iba abordo Diana Quer no existía cámara alguna de televisión u otro control alternativo de Tráfico. 

Los agentes están cada vez más convencidos de que no están ante una casualidad y barajan entonces la nueva hipótesis de una premeditación, un delito planificado y previamente premeditado que encajaría más con un perfil profesional de los delincuentes que esa noche, hace ya más de tres meses, terminaron con la libertad de la joven madrileña que pasaba el verano en Galicia.