La cumbre de Feijoó planta cara, pide financiación justa y Revilla se hace notar

Los presidentes de las ocho Comunidades Autónomas que se han dado cita a las 10.00 horas en el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago Compostela en una cumbre organizada por el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, han alcanzado varios puntos de acuerdo de la España central vaciada y norte en materias como el nuevo modelo de financiación, principal punto del cónclave, y también sus discrepancias en un asunto como el lobo y su afección en la ganadería.

En concreto, los presidentes de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, de Asturias, Adrián Barbón, de Aragón, Javier Lambán, de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y de La Rioja, Concha Andreu, han acordado hasta 35 puntos en común mientras que han dejado 12 en el camino, provocando el del lobo la mayor de las discordias con reproche público incluido del presidente cántabro, Revilla, a la posición de Extremadura y La Rioja que no han secundado la propuesta de Cantabria.

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La casualidad ha querido que mientras los asistentes a esta cita subrayaban la capacidad de diálogo y entendimiento entre todos bajo la iniciativa de Feijoó, pese a su distinta militancia política, el Gobierno cerraba definitivamente su pacto con Esquerra y Bildu a cambio de salvar los Presupuestos de 2022.

Una financiación transparente

Entre los puntos coincidentes, los ocho presidentes han defendido "transparencia" en el debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica, pidiendo que "sólo sea fruto de un consenso multilateral en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera” y no de cumbres bilaterales entre el gobierno y alguna comunidad autónoma, en referencia a País Vasco y Cataluña tras los peajes pagados por Pedro Sánchez a Pere Aragonés y el PNV.

Reclaman un modelo de financiación en el que todas las regiones “puedan prestar servicios similares, con independencia de la capacidad de cada una para generar ingresos tributarios”, haciendo incidencia en un ámbito como la despoblación o el envejecimiento de los ciudadanos, al incluir la necesidad de tener en cuenta un nuevo grupo de edad, la población de más de 85 años, como factor a tener en cuenta a la hora de diseñar el modelo de financiación. Este nuevo grupo de edad serviría para testar no sólo cuánto cuesta el servicio sanitario, sino además el sistema de dependencia.

En este aspecto es donde las ocho comunidades de la cumbre de Santiagp discrepan con otro bloque de autonomías como las del Mediterráneo -Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía- que defienden una financiación basada en el criterio de población, como hoy ha vuelto a defender el presidente valenciano Ximo Puig -que por otro lado ha considerado positivo que se reúnan los presidentes- o los consejeros de Hacienda de Valencia y Murcia que hoy han mantenido una minicumbre para abordar este tema. 

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Donde sin embargo no ha habido acuerdo entre los presidentes que se han dado cita en Santiago de Compostela en el debate sobre la prohibición de cazar el lobo -al considerarse una especie protegida- y los problemas que esto ocasiona en la ganadería por los continuos ataques al ganado.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha puesto encima de la mesa un acuerdo para apoyar a las regiones que albergan la práctica totalidad de lobos de España y lograr un modelo de coexistencia basado en las medidas ya contempladas en los planes de gestión de esas comunidades.

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Pero Extremadura y La Rioja han tumbado las pretensiones de Revilla, con el evidente enfado del presidente cántabro. Al final, la cumbre ha añadido un punto complementario los seis presidentes restantes muestran su apoyo a la ganadería extensiva, "fundamental en la economía de las zonas rurales".

Pero Revilla no se ha podido morder la lengua y ha reprochado ante los medios que "si hay muchos lobos y no hay ganaderos, ¿qué hacemos? Yo he traído un documento sensato para que el Ministerio tenga un diálogo y llegar a un consenso, pero hay dos comunidades autónomas que no han querido suscribir".

"Una ministra, Teresa Ribera, ha declarado al lobo en especial protección cuando hay más lobos que nunca y no hay ningún riesgo. Cuando yo nací en 1943 había una décima parte de lobos, mientras que hoy es habitual ver titulares de periódicos con prados llenos de ovejas muertas y potros sin muslos", es el argumento que ha utilizado Revilla para defender una mayor acción contra los lobos. Por cierto, que el propio Revilla ha propuesto repetir la cumbre, esta vez en la población cántabra de Comillas.