Dabiz Muñoz, de Diverxo, es el mejor cocinero del mundo

La gastronomía española sigue acumulando reconocimientos y premios y se consolida como una de las palancas de atracción turística más importantes de nuestro país. El madrileño Dabid Muñoz, tres estrellas Michelin, ha sido elegido como el mejor cocinero del mundo al haber conseguido el primer puesto del Top 100 mundial de los premios 'The Best Chef Awards 2021', en una gala que se ha celebrado ayer miércoles 15 de septiembre en la ciudad neerlandesa de Ámsterdam

"Obtener el número uno en los premios Best Chef Awards es la mayor alegría. Un orgullo y una responsabilidad increíbles. ¡El jodidamente más grande!", ha expresado el chef, que también ha asegurado que el galardón es un sueño hecho realidad que le reconoce todos los años de creatividad, dedicación, pasión y trabajo duro. Muñoz ha destacado que para él y para su equipo esto es solo el comienzo y lo mejor está por llegar. "No hay límites a la vista", ha celebrado el chef de DiverXo.

En una rueda de prensa posterior a la entrega de los premios, Muñoz destacó que el momento actual es duro debido a la pandemia para los cocineros de todo el mundo, y subrayó que este tipo de galardones ayudan a los restaurantes, pero también a la gente del país premiado.

En tercer lugar, además, ha sido premiado el chef Andoni Luis Aduriz del Mugaritz de San Sebastián, mientras que la segunda posición ha recaído en el cocinero sueco Björn Frantzén. En la lista también aparecen otros 13 galardonados españoles, como Joan Roca, cuarto, que recibió el Premio Ciencia por su compromiso con la investigación y la sostenibilidad. Otros galardonados incluyen a Martín Berasategui, Eneko Atxa, Paco Roncero, Ángel León, Paco Morales, Quique Dacosta, Jordi Cruz y Diego Guerrero del también madrileño DSpeak.

Los 'The Best Chefs Awards' elabora cada año la lista en la que son los propios cocineros y profesionales del sector los que reconocen a los 100 mejores cocineros del mundo. Este tipo de premios benefician más al país que al chef porque los cocineros representan una estructura, unos productos, unos productores, y eso acaba beneficiando más al territorio, que al propio chef, ya que acaban reforzando el turismo y el trabajo de los productores locales.