EEUU bombardea instalaciones nucleares en Irán y desata una crisis global
El ataque estadounidense creabre todas las tensiones en Oriente Medio. Trump lo celebra como un éxito absoluto, Teherán promete continuar con su programa atómico y Netanyahu lo califica de “hito histórico"
El presidente de EEUU, Donald Trump
Estados Unidos lanzó esta madrugada un intenso bombardeo contra las tres principales instalaciones nucleares en Irán. El ataque, considerado un punto de inflexión en la región, llega tras meses de tensiones y abre un periodo de incertidumbre para la comunidad internacional.
El expresidente Donald Trump no tardó en reaccionar para celebrar la operación. “Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido total y completamente destruidas”, aseguró, destacando que este movimiento garantiza que el país persa no pueda convertirse en una potencia atómica.
Desde Teherán, la respuesta no se hizo esperar. El Gobierno iraní condenó enérgicamente la acción y lanzó una clara amenaza: “Continuaremos con nuestro programa nuclear, cueste lo que cueste, para garantizar la seguridad y soberanía de nuestro país”.
También se pronunció el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que calificó la operación como un “hito histórico” en la lucha contra la proliferación nuclear en Oriente Medio. El mandatario israelí insistió en que esta acción evita que Irán pueda convertirse en una amenaza para la seguridad global.
Momento crítico
La operación militar llega en un momento especialmente crítico para Oriente Medio, donde la escalada de tensiones podría derivar en un conflicto abierto. El impacto en la estabilidad regional y en los precios del crudo no tardará en sentirse en los mercados internacionales.
A pesar de la presión ejercida por la comunidad internacional, Irán no parece dispuesto a cambiar de rumbo. El país mantiene que su programa nuclear es de carácter civil y asegura que no renunciará a continuar enriqueciendo uranio para garantizar su autonomía energética y militar.
El ataque de esta madrugada marca un antes y un después en la crisis iraní. El futuro inmediato dependerá de la capacidad de contención de todas las partes involucradas para evitar que Oriente Medio vuelva a convertirse en un polvorín donde nadie pueda garantizar la paz.