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Científicos descubren que una bacteria destruye poblaciones masivas de estrellas de mar

Investigadores norteamericanos identifican a Vibrio pectenicida como responsable de la mayor mortandad marina registrada en el Pacífico. El hallazgo resuelve un misterio ecológico de una década y alerta sobre el papel del calentamiento global en la expansión de patógenos oceánicos

Una estrella de mar sobre un arrecife de coral. Investigadores de la Universidad de Cornell confirmaron que la bacteria Vibrio pectenicida provocó la desaparición de miles de millones de ejemplares en la costa del Pacífico, el mayor brote de enfermedad marina documentado hasta la fecha.

Una estrella de mar sobre un arrecife de coral. Investigadores de la Universidad de Cornell confirmaron que la bacteria Vibrio pectenicida provocó la desaparición de miles de millones de ejemplares en la costa del Pacífico, el mayor brote de enfermedad marina documentado hasta la fecha.Getty Images

Patricia de la Torre
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Durante más de una década, los biólogos marinos del Pacífico norteamericano se enfrentaron a un misterio desconcertante: millones de estrellas de mar se descomponían vivas, reduciéndose a una masa blanda en cuestión de días. Ahora, la ciencia ha dado con el culpable: una bacteria marina que se expande con el calor y podría representar una amenaza también para Europa. Un descubrimiento que se suma a otras evidencias recientes, como la sorprendente producción de "oxígeno oscuro" en los fondos abisales, que apuntan a que los mares están transformando su biología a un ritmo acelerado.

Un misterio ecológico resuelto tras una década de investigación

Entre 2013 y 2015, el fenómeno conocido como sea star wasting disease acabó con miles de millones de estrellas de mar desde Alaska hasta México. Los investigadores llevaban años sin hallar una causa convincente.

El 4 de agosto de 2025, la revista Nature Ecology & Evolution publicó el estudio "Vibrio pectenicida strain FHCF-3 is a causative agent of sea star wasting disease", firmado por Melissa B. Prentice, Amy-Lynn Gehman, Amanda M. Chan y otros científicos de la Universidad de Cornell.

El trabajo (que duró cuatro años) confirma que la bacteria Vibrio pectenicida, hasta entonces inofensiva para las estrellas de mar, fue la verdadera causa del colapso.

Ese mismo día, el Natural History Museum de Londres publicó un informe firmado por James Ashworth, donde el investigador Hugh Carter celebró el hallazgo:

"Ha habido muchas teorías competidoras sobre lo que causa la enfermedad de desgaste de las estrellas de mar, así que es fantástico saber cuál es la causa real. Es un paso de gigante, aunque todavía estamos lejos de una solución", declaró Carter.

Cómo actúa la bacteria que "licuó" a las estrellas de mar

En condiciones normales, Vibrio pectenicida vive de forma pasiva en el entorno marino. Pero el calor altera su metabolismo y la convierte en un patógeno agresivo.

En declaraciones difundidas por la Universidad de Columbia Británica, la autora principal Melanie Prentice explicó que el aumento de temperatura es un factor decisivo:

"Observamos que la enfermedad aparece antes y progresa más rápido en aguas cálidas. Las estrellas de mar ya están afectadas por el cambio climático, así que introducir un patógeno que prospera en las mismas condiciones puede ser un doble golpe para algunas especies."

El artículo demuestra que la enfermedad no fue viral ni causada por contaminación, sino bacteriana, y que su propagación está íntimamente ligada al calentamiento de los océanos.

Una advertencia para Europa y las costas españolas

Las consecuencias ecológicas fueron profundas. Las estrellas de mar controlan poblaciones de erizos; sin ellas, los erizos se multiplicaron y arrasaron bosques de algas, alterando ecosistemas costeros enteros.

En la misma nota científica, Melanie Prentice subrayó el impacto ecológico:

"Cuando perdemos miles de millones de estrellas de mar, eso cambia por completo la dinámica ecológica. En ausencia de las estrellas girasol, las poblaciones de erizos se disparan y desaparecen los bosques de kelp, con amplias consecuencias para otras especies marinas y para los humanos que dependen de ellas."

Aunque el estudio se centró en el Pacífico, los investigadores advierten que el fenómeno podría repetirse en otros océanos. Las bacterias del género Vibrio están aumentando también en el Atlántico y el Mediterráneo, donde los registros de temperatura rompen récords cada verano.

En Europa, las autoridades sanitarias ya han alertado de un aumento potencial de bacterias del género Vibrio asociado al calentamiento de las aguas costeras. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la prevalencia de estos microorganismos en los mariscos "aumentará en las próximas décadas debido al cambio climático." El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) también advierte de un mayor riesgo de infecciones por Vibrio durante los veranos, especialmente en el Atlántico y el Mediterráneo, donde las aguas superficiales superan cada año nuevos récords de temperatura. España, con más de 8.000 kilómetros de litoral, comparte esas condiciones, por lo que expertos en salud ambiental recomiendan reforzar los programas de vigilancia bacteriana en zonas costeras y en la acuicultura.

Un aviso del nuevo mapa microbiano del océano

El caso de las estrellas de mar del Pacífico es mucho más que una curiosidad científica: es un síntoma.

El océano no solo se está calentando, también está cambiando su biología invisible. Nuevos patógenos, viejas bacterias reactivadas y ecosistemas alterados por la temperatura están redibujando la vida marina del siglo XXI.

Y mientras los científicos trabajan para repoblar las zonas afectadas con especies resistentes, el hallazgo de Cornell y la UBC deja una advertencia clara: el futuro de los mares podría decidirse no solo por las grandes tormentas o las mareas, sino por los microorganismos que prosperan en un planeta más cálido.

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