| 15 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Martin Scorsese y Fran Lebowitz suponen que Nueva York es una ciudad

Martin Scorsese muestra su rostro en Netflix, pero no con un nuevo film, sino en una serie extraordinaria tipo documental, que él mismo dirige y que promete ser de lo más entretenida e interesante de los últimos tiempos.…

| Redacción ESdiario Medios

Martin Scorsese muestra su rostro en Netflix, pero no con un nuevo film, sino en una serie extraordinaria tipo documental, que él mismo dirige y que promete ser de lo más entretenida e interesante de los últimos tiempos.

Supongamos que Nueva York es una ciudad, es la nueva serie que se estrena este enero 2021, donde el famoso director y la estrella de la comedia Fran Lebowitz, unidos en una gran amistad, recorren la ciudad de Nueva York, la cual, como una de las ciudades más importantes del mundo, guarda anécdotas, recuerdos, vivencias, fantasías y sentimientos que estas dos figuras rescatan para el deleite del espectador.

Esta serie es considerada por su equipo y críticos como una oda de amor a la gran ciudad norteamericana. Concebida como serie, la misma tendrá 7 capítulos con media hora de duración. Muchos opinan que este trabajo es un documento histórico, divertido, arriesgado, incitante, adorable y digno de admirar.

Fran Lebowitz ofrece un tono ameno y a la vez crudo, con un humor por momentos fustigante e irónico y tradicionalista, ofreciendo un paseo variado donde las emociones se cruzan entre nostalgia, alegría, desconcierto y crítica. Scorsese es en este trabajo un cómplice perfecto y singular. Por un lado se le ve como aquella persona de ojos ingenuos que ríe ante cualquier salida sorpresiva de la actitud de Lebowitz, y por otro se le denota como alguien que ama profundamente a esa ciudad.

Lebowitz y Scorsese son la pareja ideal para presentar a una ciudad ambigua, llena de matices que rompen todos los esquemas y que muchos aman y odian al mismo tiempo. La pareja habla de una ciudad quebrada en los años 70, que se desborda de gente que va y viene, turistas que cada día aumentan en número y el colapso de ruido y agite que termina acostumbrando a los que están ahí.

Supongamos que Nueva York es una ciudad, muestra no uno, sino miles de rostros encerrados en una misma región, donde los narradores reconstruyen sus vidas enfocadas en puntuales épocas, edificios y lugares públicos y privados.  Cada episodio es un paseo por los rostros de Nueva York, su tensión, su fortaleza, su debilidad. El paso pasa por la arquitectura, los precios inmobiliarios elevados de una ciudad donde todos quisieran vivir, el transporte público y por supuesto la música, uno de los aspectos más hermosos y semánticos de la serie.

Pero también muestra otros rostros, los del activismo, los del amor al lujo y el dinero, los del placer, de la cultura y las artes, de las bibliotecas y las lecturas. Todo enmarcado en un trabajo audiovisual que no se cansa de mostrar, de hacer que la mirada se pierda entre trasfondos de calles, de edificios altos, de gente que camina a lo lejos, del ambiente y hasta del color de la atmósfera. Nueva York con tus toques definidos y sus dudas, sigue siendo un misterio embriagador para el que la conoce, y en este sentido, estos polémicos amigos harán todo lo posible porque, aunque sea por Netflix, el público la conozca y se enamore.

Nueva York fue considerada por muchos años la capital del planeta. ¿Todavía lo seguirá siendo? Es posible que para Martin Scorsese y Fran Lebowitz lo siga siendo, pero el espectador será, como siempre, el que tenga la última palabra.