| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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César Vidal y Albert Rivera.
César Vidal y Albert Rivera.

César Vidal desvela la operación para torcer la voluntad de Rivera que le hundió

La marcha del líder de Ciudadanos ha llevado al veterano periodista a romper su silencio sobre él y sobre lo que hay detrás de su dimisión. Peligrosas maniobras en la sombra.

| ESdiario Medios

Este miércoles César Vidal hace memoria en su columna de La Razón para abordar la dimisión de Albert Rivera y recuerda que fue de los primeros en entrevistarle en una radio de ámbito nacional, cuando nadie daba un druo por él "a pesar de que su lucha era obligada y consistía en enfrentarse con el nacionalismo catalán en casa".

En ese momento, le "pareció ágil, brillante, elocuente y escandalosamente joven. Me cayó muy bien" y "vi con ilusionada expectativa su salto a la política nacional" aunque "Ciudadanos no me convenció nunca" porque "veía a sus componentes y me percataba de que, en no pocos casos, eran gentes de aluvión que lo mismo podían ir a la izquierda que a la derecha sin demasiadas convicciones morales".

No obstante, "aún se me pusieron más los pelos de punta cuando descubrí algunas de las operaciones para torcer la voluntad de Rivera en peligrosas direcciones concretas. A estas alturas y salvo prueba en contrario, estoy convencido de que la resistencia de Rivera a doblegarse a esas maniobras orquestales en la oscuridad ha implicado su final".

Según Vidal, "he visto demasiados partidos perecer ante una operación mediática bien arquitrabada y este verano comencé a anunciar que a Ciudadanos lo estaban preparando para el oportuno degüello".

Así las cosas, "Rivera hizo lo que pudo, pero en el último debate electoral me recordó al boxeador que ha sido el mejor y ahora apenas se sostiene sobre las piernas al final del combate". 

Y a pesar de todo, concluye, "su despedida me hizo rememorar la de Suárez tras el desastre del CDS. Fue elegante, caballerosa, digna y noble. Es decir, se pareció bastante poco a la actitud común de los políticos españoles como alguno que sale de vez en cuando del ataúd para aparecer en televisión a la espera de que lo repesquen. Personalmente, deseo a Rivera toda la suerte del mundo. Con todas las discrepancias, es indudable que sirvió a España".