La aparición de la novia del asesino de Pioz da otra vuelta de tuerca al crimen

Después de haber confesado el crimen de sus tíos y sus dos primos pequeños Patrick Nogueira realizó las declaraciones oficiales de los hechos ante la Guardia Civil y el juez. El joven brasileño ha incurrido en algunas contradicciones entre ambas declaraciones, tal como ha desvelado este miércoles Espejo Público.

Mientras a la Guardia Civil le dijo que había apuñalado a Janaína por la espalda mientras fregaba los platos en su declaración judicial ha asegurado que no recuerda como la apuñaló. Nogueira insiste en ambas confesiones en sus lagunas mentales, especialmente en los episodios de mayor violencia cuando mata a su tía y primos de 1 y 3 años.

Patrick ha negado ante el juez que odiara a su tío por haber cortado la convivencia con él mientras a la Guardia Civil sí le manifestó esa animadversión.

El detenido aporta nuevos datos ante el Juez que también aportan nuevos datos sobre la situación sentimental y emocional del asesino. Por ejemplo, ahora se sabe por primera vez que su novia le dejó meses antes de viajar a España desde Brasil y se define como "alcohólico". "Veo sombras desde los 10 años, tuve atención psiquiátrica, estuve medicado pero el médico me aconsejó que dejara la medicación", mantiene.

Mientras tanto, las compañeras y vecinos de Patrick en Alcalá de Henares siguen sin dar crédito a lo que están viendo estos días.

Una de las jóvenes que compartió casa con él ha asegurado en declaraciones a Telecinco que "estábamos súper bien en casa, llevaba una vida normal, era alegre, iba al gimnasio, salíamos juntos... una vida normal. Él no tenía amistades ni del fútbol ni de nada. Era muy tranquilo e introvertido, buen compañero de piso y bueno a la hora de convivir. En julio me preguntó si sabía dónde podía comprar una pala. Me extrañó porque dije este chico no sé para qué quiere una pala".

Según su versión, no sabía nada de su tía ni sobrinos: "Me hablaba mal de su tío, no sé que relación tenían, pero mala. Sería por temas de dinero pero según él, el tío hablaba mal a sus padres en Brasil. No sabía que tenía una tía, ni mencionó nunca a los niños".

Eso sí, aunque después de los asesinatos Patrick siguió llevando una vida normal, su compañera de piso confiesa que se mostró un poco diferente: "Los días posteriores a los asesinatos si estaba raro. Se aislaba más, entraba en su cuarto, no estaba con el mismo estado de ánimo...".