| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Íker Jiménez
Íker Jiménez

Iker Jiménez relata el momento espeluznante en el que le encañonaron con un arma

El presentador de Cuarto Milenio ha relatado una de las esperienzas más terroríficas de su vida en el espacio  ‘Carreteras secundarias’ donde cuenta sus andanzas en sus años de profesión.

| ESdiario Medios

Iker Jiménez ha rescatado historias insólitas que ha protagonizado él mismo recorriendo España en busca del misterio en su nuevo espacio de Cuarto Milenio, ‘Carreteras secundarias’,  y ha sorprendido rememorando el día en el que casi muere después de que le encañonaran con una escopeta.

Era la noche de difuntos de 1991 y él se dirigió, junto a Lorenzo Fernández, (compañero de una emisora local) hacia Salamanca y Extremadura por un camino de tierra: "Tenía claro que si había una zona que acumulaba misterios y experiencias, era esta".

Era su primera investigación "pero podría haber sido la última". Tenían que dormir al aire libre y comenzaron a caminar por pequeño sendero hasta que fueron sorprendidos por un vehículo que se acercaba a ellos. 

El conductor salió del coche, inquieto, mal encarado y empezó a hacer ruidos, no a hablar: "Le hice un gesto de calma y él metió sus dedos en la rendija, intentando bajar la ventanilla", relata el presentador de Cuatro Milenio.

Sin embargo, el hombre regresó al coche, abrió el maletero, cogió la escopeta de doble cañón y regresó. "En esos momentos uno piensa si ha elegido la profesión correcta. Me puso la escopeta en la cabeza, solo separado por el cristal. Han pasado 31 años y les juro que cuando miro a Lorenzo es cuando tengo miedo, él sacó una pistola de fogueo, de aire comprimido. Yo en medio. Esa escena nunca la olvidaré", ha contado Jiménez.

El hombre se giró y caminó de nuevo al coche y cuando abrió el maletero, Iker arrancó marcha atrás y se marcharon corriendo de allí. "Estuvimos vagando, con miedo", mientras se preguntaban qué tendría aquel hombre en el maletero. Horas después, en la gasolinera, escucharon a alguien decir que se habían encontrado en cierto camino el cuerpo de una mujer, con piedras dentro de la boca: "Fue tal el miedo que salimos de allí como alma que lleva el diablo".