El estilo y el sobrepeso no suelen llevarse bien, pero hay trucos que te ayudarán a conseguirlo
Por mucho que nos quieran vender que tener unos kilos de más es natural y que las modelos curvy representan a la mujer “real”, el sobrepeso no es ni bueno ni sano, así que, si la báscula se nos dispara, nuestro primer objetivo debe ser el de recuperar nuestro peso ideal. La teoría la conocemos: cuidar la alimentación, hacer ejercicio, controlar la ingesta de azúcares, dormir ocho horas al día y, si fuera necesario, ponerse en manos de un especialista, pero mientras alcanzamos nuestro objetivo ¿quién ha dicho que no podemos sacarnos el mejor partido?.
Si sigues estas diez reglas de oro, conseguirás disimular los kilos que te sobran y no perder ni un ápice de estilo. Toma nota:
- Escotes a la caja.
No son los más favorecedores y mucho menos cuando intentamos adelgazar visualmente nuestra silueta
- Escotes en pico
Estilizan el tronco y restan volumen. Apostar por ellos es asegurarte el tiro
- Colores flúor
Tener sobrepeso no implica tener que vestir completamente de negro para parecer más delgada. Algunas tonalidades tienen ese mismo efecto y son bastante más alegres, pero entre ellas no están los colores flúor que lo que hacen es justo lo contrario sumando volumen en vez de restarlo.
– Colores empolvados
Es cierto que los colores oscuros restan kilos cosa que no ocurre con los claros, aunque hay una excepción: los colores empolvados. Elígelos siempre que puedas porque además te van a aportar un plus de estilo
– Tallas muy justas
En esto sí que no hay modas: intentar meterte en una talla menor no te va a hacer ningún favor. Lejos de crear un efecto óptico favorecedor te harán parecer vulgar y muy poco elegante, así que nada de meter tripa ante el espejo para que te abrochen los botones. Descarta todo lo que tire, haga arrugas o te marque la ropa interior
– Prendas de tu talla
El truco para que una falda o un pantalón te sienten bien es que te quepan dos dedos en la cinturilla y que puedas coger un pellizco de 1 cm por cada lado. En chaquetas, abrigos y faldas con abertura posterior, esta nunca debe quedar abierta. Si cuidas estos detalles no fallarás.
– Estampados grandes
Flores, lunares, rayas… no tienes por qué prescindir de tu estampado favorito siempre y cuando cada uno de ellos no sobrepase el centímetro y medio.
– Colores lisos con combinaciones atrevidas
Estúdiate bien ante el espejo y opta por mezclar colores tierra con amarillos; naranjas con morados y verdes musgo con rojo eligiendo siempre el color menos llamativo para la mitad del cuerpo que quieras disimular.
– Zapatos planos
Todo lo que sea ir a “ras de suelo” nos va a engordar visualmente. Tenlo muy presente
– Tacones altos
Este consejo síguelo solamente si sabes andar con ellos. Ante la duda, opta por un tacón medio o corrido. Lo importante es compensar la anchura del cuerpo con más altura.