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Puigdemont y sus amigos flamencos ponen otra trampa al primer ministro belga
Su intención de dar una conferencia en el Parlamento federal ha reactivado las tensiones en el Ejecutivo de Charles Michel, que tiene como socios a los nacionalistas flamencos del N-VA.
Los cimientos del Gobierno belga vuelven a temblar por culpa de Carles Puigdemont. Y no es la primera vez. su llegada al país el pasado mes de octubre desató una crisis institucional que estuvo a punto de provocar un adelanto electoral.
La tensión fue de tal magnitud que el Parlamento federal llegó a debatir la presencia del expresidente de la Generalitat en Bélgica en una sesión en la que, por cierto, los diputados flamencos pusieron en grandes aprietos al primer ministro, Charles Michel.
La nueva polémica surge porque los nacionalistas flamencos del N-VA, han invitado a Puigdemont a dar una conferencia el próximo martes en el Parlamento Federal. Fuentes consultadas por ESdiario aseguran que los diputados han reservado una sala para que explique la situación de Cataluña en estos momentos.
Los liberales y socialistas se niegan a que Puigdemont acuda a la Cámara. Aseguran que sería una forma de instrumentalizar la vida pública belga, algo que ha ocurrido en varias ocasiones desde que el expresidente huyó de la justicia española a finales de octubre.
El N-VA es el partido más votado y en estos momentos cuenta con puestos clave dentro del Gobierno federal, como son el ministro del Interior, Jan Jambom, y el secretario de Migraciones, Theo Francken.
El primer ministro, Charles Michel, lleva toda la legislatura haciendo juegos de malabares para mantener el pacto de gobierno. Es consciente de que un paso falso puede provocar una crisis de en su gabinete o un adelanto de las elecciones generales.
Los nacionalistas flamencos siguen presionando al Ejecutivo y han encontrado en Carles Puigdemont un aliado al que pueden utilizar para alcanzar rédito político.
Hay diputados a favor y en contra de que Puigdemont ofrezca una conferencia dentro del Parlamento. No obstante, lo que pone en riesgo la estabilidad institucional del país que estas diferencias también están dentro de un gobierno débil y que el líder de Junts per Catalunya continúa erosionando.
