Qué trama Iglesias: el PSOE teme que les traicione a la vuelta del verano
En Ferraz se lamentan del poder que ha conseguido el líder de Podemos en el Gobierno de coalición y temen que en otoño, cuando el drama económico alcance su punto álgido, les apuñale.
"Con Iglesias nos estamos metiendo en la boca del lobo". Así define un veterano dirigente socialista la situación actual de “dependencia” que muestra, en su opinión, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respecto al líder de Podemos.
“Iglesias -dice- ha acaparado la presentación del Ingreso Mínimo Vital. Ha parecido un logro suyo, aunque fue -afirma- una promesa de Sánchez”.
Pablo Iglesias -recuerda- tiene dos objetivos muy claros a los que no ha renunciado: “Cargarse el PSOE como líder de la izquierda y acabar con el régimen del 78”. “Y hace tiempo que aceptó -señala- que no se hace de golpe, sino dando pasos”.
Por eso, en el PSOE temen que Iglesias tarde o temprano “nos la juegue” y salte del barco. En Ferraz, siguen sintiéndose absolutamente desplazados en la toma de decisiones, “salvo el nexo que supone Ábalos”. “Adriana Lastra ha metido la pata ya varias veces y solo hace lo que le ordenan desde Moncloa”.
Mientras tanto, en el PSOE ven a Iglesias "en su salsa” y “crecido” por el poder “excesivo” que le ha dado Sánchez. "Es un arma de doble filo -apunta fuentes de Ferraz- de la que nos podemos arrepentir en otoño".
En Ferraz temen tener que arrepentirse en otoño del poder dado a Iglesias
Iglesias -dice un diputado socialista- “es un crack" provocando a la oposición. Le gusta ese papel y el ruido nos viene bien ahora, en los días malos -señala- para diluir Nissan, la gestión del Covid, las cifras de muertos que bailan, los líos -dice- de Marlaska…".
Una idea que apuntalan fuentes próximas al Ejecutivo. “La tensión nos conviene ahora”, como decía Zapatero. “Mientras llega el dinero de Europa, sostiene la fidelidad de nuestros votantes en el terreno de lo emocional y lo ideológico”. Nada como agitar -vienen a decir- el fantasma de “la ultraderecha y el golpismo”.
Sánchez el miércoles en el Congreso.
Pero, tras el verano, el impacto exponencial del paro, la conflictividad laboral y las colas del hambre... pueden hacer cambiar la situación interna del Gobierno de coalición. “Sin trabajo y con hambre, no hay ideología que valga”, señala el veterano dirigente socialista, que, además, pronostica: “Iglesias amenazará con irse y ponerse al frente de las protestas”. Será su chantaje permanente.
Dirigentes del partido consultados por ESdiario se han mostrado, en estas horas, asustados por las imágenes de Nissan. No esperaban, tan pronto, ver algo así en la industria, “nuestro caladero de votos, pero donde ya competimos con Podemos".
Reconocen que es el inicio de una “cascada de cierres” de empresas, pymes, autónomos... El otoño va a ser duro. “Sin el dinero de Europa -señalan- se nos cae todo. Y no va a ser gratis”. "De aquí a septiembre” (diversas fuentes coinciden en ese plazo), Sánchez “va a tener que hacer un Gobierno claro, con un programa claro, que Europa avale” para ganarse el dinero del Fondo de Reconstrucción.
A la vuelta del verano se espera que la situación económica empeore
Por lo pronto, en Ferraz ya se resignan a que cualquier remodelación del Gobierno pase por aumentar más el poder de Iglesias, aunque se reduzca el tamaño del Ejecutivo cara a Bruselas y a la opinión pública.
Con el dinero de Europa asegurado, Iglesias se quedará en el Gobierno “cabalgando más contradicciones” -creen las fuentes consultadas- si las condiciones y el clima social son asumibles para él, pero apretando en su agenda política radical de “transformación” -dicen- del régimen del 78.
Pero si las condiciones de Europa son duras y el clima social se hace imposible, "Iglesias nos tendrá otra vez pillados", temen en Ferraz."Saltará del barco -dice el veterano dirigente socialista - para dejarnos solos en el Gobierno teniendo que pagar la factura millonaria de todo lo prometiendo hasta ahora, quemándonos con los recortes y las subidas de impuestos que imponga Europa, dependiendo de la derecha en el Congreso y mandando a la policía a pegar porrazos a los trabajadores...”. “Es -advierte- el escenario ideal para darnos la puntilla”.
A las fuentes consultadas les preocupa que el PSOE vuelva, entonces, a la situación de 2011 y que el legado final de Sánchez sea el mismo que el de Zapatero, achicharrado por la crisis. Zapatero "nos dejó en derribo -dicen- pero teníamos un Rubalcaba que se echó el partido a la espalda y no había, además, una alternativa por la izquierda. El 15-M estaba reciente e Izquierda Unida ya estaba muerta".
"Ahora es distinto”, señalan con preocupación. “No hay un Rubalcaba claro en el PSOE e Iglesias va a por nosotros. Lo tiene mejor que nunca".