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Puigdemont deja en el aire los Presupuestos de Pedro Sánchez

Junts no apoyará las cuentas de 2025. Es lo que transmiten a día de hoy fuentes de toda solvencia a ESdiario porque quieren a "Sánchez débil y a ERC servil". No están por la labor incluso de sentarse a negociar y dudan que el Gobierno abra negociaciones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al líder de Junts, Carles Puigdemont

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al líder de Junts, Carles Puigdemont

Marta Gómez Montero
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Pedro Sánchez advirtió que gobernaría "con o sin el apoyo del Parlamento" y tiene muchas papeletas para que su segunda opción - de espaldas al Congreso - se haga realidad si los de Puigdemont cumplen la amenaza que están trasladando: no están dispuestos a poner alfombra roja al presidente del Gobierno hasta 2027 apoyándole los presupuestos. Los peones de Sánchez tendrán que rendir mucho más que pleitesía aquí y en Bruselas a Puigdemont para que las cosas cambien.

Carles Puigdemont ha puesto en la balanza los pros y los contras de apoyar los PGE y le sale cruz. Si se plantan consiguen tres objetivos que son fundamentales para su estrategia a corto y medio plazo: diferenciarse de ERC acusándole de servilismo al Gobierno; aparecer como los únicos servidores de Cataluña y presentar a Sánchez como incumplidor y débil cuando la corrupción lleva este mismo jueves al Supremo al que fuera su mano derecha, José Luis Ábalos.

Puigdemont "mata dos pájaros de un tiro": Sánchez y Junqueras

Ninguno de los movimientos de Puigdemont es tampoco ajeno al odio cainita que profesa a su eterno enemigo, Oriol Junqueras, que este sábado se somete a su revalida para ser elegido líder de ERC al no haber llegado al 50% de los votos en la primera vuelta. 'Foc Nou', la rama más radical de los republicanos tiene la llave de su continuidad.

Ante este panorama Junts quiere dejar muy claro que "no van de farol" como ha advertido su vicepresidenta, Miriam Nogueras y lo han demostrado en las últimas horas aliándose con el PP para derogar el impuesto a las eléctricas y frenando así una subida de la factura de la luz de todos los españoles que el Gobierno trata de tumbar a la desesperada por exigencia de Podemos.

El mismo camino que quieren seguir con la cuestión de confianza a la que Puigdemont ha pedido a Sánchez que se someta a sabiendas de que no accedería: el PSOE y SUMAR quieren tumbarla incluso antes de que nazca con su mayoría en la mesa del Congreso previo informe favorable del letrado mayor que Francina Armengol colocó al llegar al cargo.

"No se quieren dar cuenta de que la verdadera cuestión de confianza son los presupuestos", continúan amenazantes los independentistas que han escrito una interminable carta a los Reyes Magos con sus exigencias a Sánchez. Desde el traspaso de competencias en inmigración a los "millones que deben a los catalanes" y la que es la madre del cordero de sus exigencias: una amnistía total para Puigdemont, aunque no lo reconozcan públicamente.

Junts no perdona a Sánchez por su pacto con ERC para alzar a Salvador Illa

En Junts no se chupan el dedo porque saben que el principal beneficiario de cualquier cesión económica a Cataluña va a ser Salvador Illa. La "afrenta" de hacerle presidente de la Generalitat sin ir a repetición de elecciones hace que Carles Puigdemont no le vaya a perdonar nunca a Sánchez que les haya convertido en irrelevantes en Cataluña.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat y líder de ERC, Pere Aragonès.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat y líder de ERC, Pere Aragonès.David Zorrakino / Europa Press

El mismo camino al que les condenaría si apoyan los Presupuestos Generales del Estado y blindan a Sánchez en Moncloa hasta 2027. Dejarían de tener valor y capacidad de influencia en Madrid como la han dejado de tener en Cataluña.

Esta posición de máximos no va a llevar aparejada el apoyo a una moción de censura a la que se ha ofrecido Alberto Núñez Feijóo si cuenta con los votos necesarios. La estrategia de Junts es muy clara: cuanto peor, mejor. Cuanto más débil esté el inquilino de la Moncloa más tajada pueden sacar y más medallas se pueden poner frente a quién es de verdad su enemigo a batir: Esquerra República de Cataluña.

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