Leganés y el 'basurazo': el 2 de mayo del PP contra la política recaudatoria de Sánchez
La localidad madrileña es la primera que rechaza el nuevo impuesto de recogida de basuras. El gesto es el inicio de un levantamiento de localidades gobernadas por el PP contra el "atropello fiscal" del Ejecutivo

El alcalde de Leganés, Miguel Ángel Recuenco, junto a Isabel Díaz-Ayuso
Leganés se ha convertido en el epicentro de una revuelta simbólica contra el nuevo impuesto de recogida de basuras, decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez. El alcalde Miguel Ángel Recuenco, del Partido Popular, ha decidido que su municipio no aplicará la controvertida tasa, calificándola de “injusta” y de un mero intento de recaudar a costa de los ciudadanos. "Leganés no será cómplice de este atropello fiscal", declaró con firmeza.
Esta decisión, considerada por muchos como un acto de rebeldía política, recuerda al levantamiento del 2 de mayo de 1808, cuando Madrid se alzó contra la ocupación napoleónica. Al igual que entonces, el gesto de Leganés busca inspirar a otros municipios gobernados por el PP a oponerse a lo que consideran un "sometimiento fiscal" orquestado desde Moncloa. "Esto no es una guerra contra las basuras, sino contra el abuso del Gobierno", señaló un portavoz del consistorio.

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La medida del Gobierno central ha sido recibida con fuertes críticas por parte de los alcaldes populares, quienes argumentan que la tasa es innecesaria y desproporcionada. En Leganés, Recuenco asegura que su ayuntamiento puede cubrir los costos de la recogida de residuos sin imponer más cargas a los ciudadanos. “Estamos demostrando que se puede gestionar bien sin asfixiar a nuestros vecinos”, afirmó.
Mientras otros municipios comienzan a sumarse a la rebelión, la oposición interna al 'basurazo' cobra fuerza. Desde el PP, su líder Alberto Núñez Feijóo ha apoyado públicamente a los alcaldes que rechazan aplicar la tasa y ha criticado al Ejecutivo de Sánchez por “gobernar a golpe de impuestos”. El gesto de Leganés podría ser el primer paso hacia una estrategia de confrontación que promete escalar en los próximos meses.
En el horizonte, lo que se perfila es una batalla entre dos modelos de gestión: el municipalismo liderado por el PP, que aboga por aliviar la presión fiscal, y la centralización que impulsa el Gobierno. Como ocurrió en el levantamiento de 1808, el ejemplo de Leganés podría encender una chispa que se extienda a otras localidades, marcando el inicio de una resistencia más amplia contra lo que muchos ven como un abuso de poder fiscal del sanchismo.