EXCLUSIVA
Koldo y Aldama conservan móvil y mensajes, el presunto Fiscal General los elimina
Delgado alega que habló con García Ortiz los días de la filtración (900% más de telefonazos nocturnos) para informarle de cursos y eventos, pero omite que siempre fue en respuesta a llamadas de su jefe
El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz.
El Fiscal General acude hoy al Senado con un arduo reto: ¿Por qué se c omporta peor que un presunto delincuente tras saber que es investigado? Ha borrado mensajes, ha cambiado de teléfono.... Ni Aldama ni Koldo lo hicieron, pese a filtrarse que su fiscalía los seguía.
Gracias al inmenso material telefónico no triturado por los líderes de la koldotrama la UCO cosechó decenas de indicios o pruebas.
Ha cosido todo un sumario a partir de sus teléfonos. Pruebas que García Ortiz sí ha negado al juez y fiscal que lo investigan al eliminar mensajes y móvil.
Para colmo, el fiscal general se declara víctima porque es registrado su despacho y se desvelan sus llamadas entrantes y salientes. Sería el único investigado en España que no puede ser registrado. ¿Ha sido designado inviolable?
Y todo informe de la UCO utilizado por su fiscalía difunde una guía telefónica de las llamadas de los investigados y sus presuntos cómplices.
¿Cómo no difundir sus llamadas entrantes y salientes y teléfonos vinculados si su fiscalía lleva décadas haciéndolo?
Esto parece olvidarlo también su predecesora, Dolores Delgado, ministra que lo nombró Fiscal General. Llora amargamente porque recibe llamadas infames en su teléfono. Como Ábalos. Y tiene que cambiar de teléfono. Como Ábalos.
Y da una dudosa versión de por qué habló con García Ortiz en plena filtración. Dice que charló con el fiscal general el 12 para darle cuenta formal acerca del primer curso de formación de la 62 promoción de fiscales. Iba a desarrollarse los días 19 y 20 de marzo de 2024. Una semana después.
El 13 de marzo charla, Delgado dixit, con García Ortiz para rendirle cuenta de un acto al que ella asistió cinco horas antes en su representación y presidido por el Rey para la entrega de los premios de Derechos Humanos en la Universidad de Alcalá de Henares.
Pero Delgado omite en su queja a la justicia que no es ella quien llama al fiscal general para rendirle cuentas. Es García Ortiz quien le telefonea.
¿Le urge en plena filtración contra el novio de Ayuso conocer detalles de un curso de formación que debía celebrarse una semana después o un acto institucional celebrado cinco horas antes?
Pero el detalle empeora la imagen de estas charlas. Delgado omite que el 11 también recibe llamada de García Ortiz. A las 16.06. Y no le responde. ¿Para qué le telefonea? Debía ser importante. Es una de las 12 llamadas entrantes o salientes del fiscal general hasta las 20.00.
El curso inresumible
El 12 de marzo cuando ya se ha filtrado a la prensa la denuncia contra el novio de Ayuso, García Ortiz llama a Delgado a las 11:46 sin obtener respuesta.
Ella le devuelve la llamada a las 11:50 y charlan 20 minutos y 46 segundos. Dos llamadas sobre 15. García Ortiz la busca en una mañana crítica.Un primer desbordamiento de material secreto sobre el novio de una presidenta autonómica.
La exfiscal general aduce que es para informarle de un futuro curso. 20 minutos y 46 segundos para un curso. Alguien no sabe sintetizar.
El 13 de marzo García Ortiz telefonea a Delgado a las 17:12. No lo coge. Pero le devuelve llamada a las 17:12. Charlan 17 segundos. A las 17:13 Delgado le vuelve a telefonear.
En total, charlan 6 minutos y 28 segundos. Según Delgado sobre un acto celebrado a las 12:00. Suman tres llamadas de las siete registradas hasta las 20:00 horas por García Ortiz. Delgado protagoniza casi la mitad.
La UCO y la "extraordinaria actividad en llamadas"
Luego vendrá la noche del diluvio. Veinte llamadas sospechosas de tejer la filtración del expediente del novio de Ayuso, singularmente su mail proponiendo un pacto fiscal.
La UCO destaca “la extraordinaria actividad que se produce en llamadas telefónicas la noche en la que se produjo la presunta filtración investigada en comparación otros días”. Ese día multiplicó un 900 por ciento sus llamadas nocturnas. No había redada. Y el móvil del Fiscal General no aparece. Sigue en busca y captura.