El PSOE extremeño blinda a Gallardo en un circo político que ignora a los ciudadanos
Piedad Álvarez defiende al “gran líder” Miguel Ángel Gallardo, envuelto en polémica judicial, mientras acusa a María Guardiola de distraer con insultos, en una Extremadura asfixiada por la confrontación y la inacción.
La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Piedad Álvarez, atiende a los medios en Mérida.
El PSOE de Extremadura ha cerrado filas en torno a Miguel Ángel Gallardo, nuevo diputado autonómico y líder socialista, en medio de un torbellino de críticas por su entrada en la Asamblea en un contexto judicial delicado. La portavoz socialista, Piedad Álvarez, proclamó que Gallardo es “un gran líder” respaldado por el partido y los ciudadanos, negando que su aforamiento sea una maniobra para protegerlo de investigaciones.
En una intervención cargada de reproches, Álvarez acusó a la presidenta de la Junta, María Guardiola, de encabezar un “Gobierno perezoso” lleno de “incompetentes” que recurre a “cortinas de humo” para esquivar los problemas reales de Extremadura. Sin embargo, su defensa de Gallardo, que según El Mundo enfrenta cuestionamientos por su gestión, ha sido vista como un intento desesperado del PSOE por mantener el control político frente a una oposición que no da tregua.
El espectáculo en la Asamblea, donde Álvarez denunció insultos como “puteros” y “corruptos” provenientes del PP y Vox, refleja, según críticos, la degradación del debate político en la región. La portavoz socialista lamentó que Extremadura viva “en un permanente circo”, pero no abordó las preocupaciones sobre la transparencia de Gallardo, limitándose a atacar a Guardiola por pactar con Vox y derogar la Ley de Memoria Histórica.
Este enfoque, que ignora las demandas de los extremeños por empleo, sanidad y servicios sociales, refuerza la percepción de un PSOE atrincherado en la defensa de sus líderes mientras la región languidece. Las acusaciones de Álvarez contra el “desprecio” de la Junta contrastan con su silencio ante los escándalos nacionales del PSOE, como el caso Leire Díez, evidenciando un partido más centrado en salvar su imagen que en resolver los problemas de una Extremadura que clama por soluciones reales.
