Crisis total en el PSOE y en Moncloa: la UCO entrega al Supremo audios que implican a Cerdán en el cobro de comisiones

Pedro Sánchez recurrió a sus tres -particulares- mosqueteros para tratar de reconquistar el PSOE, después de que sus propios compañeros del partido le echaran de la sede nacional de Ferraz por sus malas artes. El líder caído cogió su Peugeot y le dio las llaves a ellos: Koldo García al volante -imputado-; José Luis Ábalos, incendiando las federaciones territoriales -imputado-; y Santos Cerdán, de copiloto -a un paso de la imputación-. Ahí empezó todo y ahí puede acabar también. 

Con el ya famoso informe de la Unidad Central Operativa contra Santos Cerdán aún sin conocerse, ya ha trascendido que la Guardia Civil se incautó de grabaciones de Koldo García al todavía secretario de Organización socialista abordando adjudicaciones de obra pública y poniendo el grito en el cielo porque alguna de las empresas implicadas les debería una importante cantidad de dinero, próxima al medio millón de euros. 

Esos audios secretos incautadas a Koldo García salpican al núcleo duro de Pedro Sánchez, que le aupó hasta donde está: Santos Cerdán, José Luis Ábalos y el propio Koldo hablan de esas cifras adeudadas por las adjudicatarias de obra pública con las que ellos mantenían sus supuestos chanchullos. El informe de la UCO ya está en el Tribunal Supremo y bajo secreto de sumario.

Koldo García y su medida de presión al PSOE

El exasesor de José Luis Ábalos estaria detrás de estas comprometedoras grabaciones. Koldo García habría querido que la Guardia Civil encontrara los dispositivos en los que guarda tan sensible material. Sería su particular manera de meter presión a Ferraz y a Moncloa, ante cualquier posible negociación. 

Aunque el sumario del Tribunal Supremo se encuentra bajo llave, el contenido del informe ha comenzado a emerger por canales conocidos. Es de reseñar que los primeros medios en hacerse eco de estas últimas y delicadas informaciones que salpican a Santos Cerdán las publican medios afines al Ejecutivo como son eldiario.es, El País y Cadena SER. ¿Hay una maniobra preventiva para amortiguar el impacto antes de que lo hagan otros?

Según fuentes cercanas al caso, los audios recogen diálogos entre los tres protagonistas, mantenidos en un entorno de confianza y que reflejarían no solo una aparente familiaridad con los procesos de contratación pública, sino también una expectativa de cobro que remite inevitablemente al concepto de comisión. Estas conversaciones a tres revelarían una relación consolidada entre poder político, influencias y supuestos retornos económicos. Es decir, otro escándalo más del que no sobreviviría ningún Gobierno de nuestro entorno.

Las últimas palabras de Santos Cerdán son las que concede a la pregunta de si teme que le puedan salpicar todas las informaciones que hablan de su participación en adjudicación de obras. "Yo no tengo ningún miedo. Yo no tengo nada de lo que defenderme, además. No sé qué puede haber", dice el secretario de Organización socialista a la carrera y con la boca pequeña. ¿Usted no ha participado en ninguna adjudicación ilegal?, le insiste el periodista. "En ninguna", sentencia Cerdán, con voz de ser poco o nada convincente.

El PSOE reacciona rápidamente, mientras Moncloa calla

Desde la sede nacional de la madrileña calle Ferraz, la respuesta ha sido inmediata. Posiblemente estaba preparada, antes de que estos medios afines le dieran al botón de publicar. El partido ha remitido a los periodistas que cubren la información habitual de la organización un comunicado que trata de poner el foco en las filtraciones más que en el contenido: “Ante lo que parece ser un adelanto del informe de la UCO... el conocimiento, una vez más por la vía de la filtración, de actuaciones policiales se ha convertido en una cuestión endémica de nuestro país que solo genera indefensión y juicios mediáticos a los afectados.”

Además, defienden la honorabilidad de Cerdán y niegan cualquier vínculo con adjudicaciones: “Santos Cerdán no ha participado, mucho menos influido, en adjudicaciones de obra pública. Jamás ha cobrado una comisión por ello. Cuando se conozca la totalidad del informe, Santos Cerdán dará todas las explicaciones necesarias.”

Sin embargo, estas líneas contrastan con la respuesta que sale del ala oeste del Palacio de la Moncloa. No se pronuncian hasta que conozcan toda la información completa y detallada. Hay una crisis total en Presidencia del Gobierno, de la que se desconocen aún las consecuencias. 

La propia vicepresidenta primera queda en evidencia y con ella todo el Ejecutivo por medio de un despiste en antena, a través de las ondas de Cadena SER de quien tiene hilo directo con Pedro Sánchez y su entorno más cercano. El mismo que pone de manifiesto el desconcierto, la desesperación y el temor que sobrevuela al Consejo de Ministros.

¿Seguirá Sánchez sin dar explicaciones?

44 días... y subiendo. Es el tiempo que lleva Pedro Sánchez sin responder a las preguntas de los periodistas. No lo hace desde el 29 de abril. ¿Lo hará ahora? 

El problema para el líder socialista, para su Gobierno de coalición y para su propio partido no es solo judicial, es fundamentalmente político. El secretario de Organización no es un actor menor: es el encargado de ejecutar la estrategia interna de la formación, controlar federaciones y aplicar la disciplina que Sánchez ha impuesto desde la cima. Su nombre, ligado ahora a posibles cobros ilegales, compromete la narrativa de regeneración del 'sanchismo' -esa farsa, a tenor de los acontecimientos, con la que ganaron la moción de censura contra Mariano Rajoy- y enturbia aún más el discurso de legalidad institucional que el Ejecutivo trata de sostener.

Ya se sabe que el próximo 5 de julio el PSOE celebrará un Comité Federal en Sevilla para arropar a María Jesús Montero -candidata a la Junta de Andalucía de los socialistas que no acaba de despegar-. Raro será que Santos Cerdán llegue a la cita en su cargo como 'número tres' del partido. De hecho, Sánchez ya estaría pensando en remodelar el organigrama socialista y el del propio Consejo de Ministros. La corrupción se lo ha puesto botando.

Eso sí, cabe preguntarse: ¿Seguirán defendiéndolo todos esos ministros y cargos socialistas que han puesto la mano en el fuego por Santos Cerdán? María Jesús Montero, Félix Bolaños, Pilar Alegría, el propio José Luis Rodríguez Zapatero... alguno ya se huele que podría acabar en la unidad de quemados.